Redacción / IP Nicaragua
La inusual campaña electoral de Nicaragua que se vio marcada por una reducción en su periodo debido a la pandemia de la Covid-19, la total pasividad y el mínimo interés de los seis candidatos participantes llegó a su final este 3 de noviembre.
Debido a la pandemia y en clara violación a la Ley Electoral los magistrados del Consejo Supremo Electoral (CSE) orientaron una reducción de la campaña electoral a 39 días, pero en este plazo establecido ninguno de los candidatos de los seis partidos que van en la boleta realizó un acto público, pese a que se autorizaron concentraciones con mínimo de personas.
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En enero de este año, Ortega cumplió 14 años consecutivos en el poder, busca su quinto mandato y tercera reelección consecutiva, pese a tener al país sumergido en una profunda crisis sociopolítica y económica desde abril de 2018.
«No hay competencia electoral»
A criterio de un analista político que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, no es extraño que los partidos participantes no se hayan preocupado por realizar campañas y propagandas políticas, porque ellos mismos están claros de que “no engañan al pueblo”.
“Es que no hay una competencia electoral real, ellos (los candidatos) no van a desgastarse porque en reiteradas ocasiones la comunidad internacional y la misma población rechaza el proceso por que no es legítimo, no es creíble”, opinó el experto.
“Lo medio que vimos, fue que hicieron algunos pantallazos en sus redes sociales, dos, tres entrevistas y un par de mantas. Ni Ortega se molesto por hacer actos de campaña este año, sus apariciones y discursos que ha dado, no pueden ser vistos como campaña electoral”, agregó.
Sobre la campaña electoral
El artículo 74 de la Ley Electoral establece que los partidos políticos o alianzas de partidos que presentaron candidatos y candidatas, durante la campaña desarrollarán «actividades encaminadas a obtener los votos de las y los ciudadanos explicando sus principios ideológicos, sus programas políticos, sociales y económicos y sus plataformas de gobierno».
La Ley agrega que la campaña tendrá una duración de 75 días para las elecciones presidenciales y de diputados ante la Asamblea Nacional y ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
No obstante, el período de campaña este año solo duró 39 días, inició el 25 de septiembre y finalizará a las 11:59 p.m. de este miércoles 3 de noviembre.
La misma normativa manda en el artículo 85 que “setenta y dos horas antes del día de las votaciones cesará toda actividad de la campaña electoral y los medios de comunicación estarán gratuitamente a la orden del Consejo Supremo Electoral para difundir información oportuna correspondiente al proceso electoral”.
Pandemia, la excusa para la nula propaganda electoral
Contrario a la tradición electoral, este año no hubo caravanas, ni campañas, ni caminatas, las seis organizaciones políticas participantes se comprometieron en la víspera a desarrollar sus campañas totalmente de forma digital para evitar contagios de Covid-19.
En pleno contexto de pandemia solo el Frente Sandinista realizó concentraciones a través de distintas actividades organizadas por las instituciones estatales, violando a la vez el artículo 107 de la misma ley que establece que “se prohíbe el uso de bienes propiedad del Estado, para fines de propaganda política».
«En las oficinas públicas no podrá hacerse proselitismo político”, señala la legislación electoral nicaragüense.
En esta polémica y cuestionada contienda electoral participan el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), el Partido Liberal Independiente (PLI), la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), la Alianza por la República (Apre), y Yatama, este último solo presentó candidatos a diputados.