* Ley que inhibe a la oposición de participar en los comicios de 2021 es la antesala de un “futuro negro” para el país, coinciden opositores
Redacción IP Nicaragua
La entrada en vigor de la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, Soberanía y Autonomía para la Paz trunca la posibilidad de superar la crisis sociopolítica a través de elecciones libres y transparentes, coinciden los opositores.
El jurista opositor, miembro de la Coalición Nacional, José Pallais Arana, opinó que con esta nueva ley “represiva”, el gobernante Daniel Ortega le ha dado un portazo a la “vía democrática”.
Pallais Arana manifestó que la ley inhibe a los candidatos opositores y es la manera que encontró Ortega para perpetuarse en el poder, lejos de querer solucionar la crisis sociopolítica que viven los nicaragüenses desde 2018.
“Está cerrando la oportunidad de tener elecciones libres, justas, competitivas, para elegir libremente a nuestras autoridades. Ya Ortega decidió quedarse, continuar son su proyecto dictatorial y acabar con la democracia en nuestro país”, expresó Pallais Arana.
La Organización de Estados Americanos (OEA) denunció a través de un comunicado que la ley es un instrumento que transformará los comicios de 2021 en una “imposición”.
La OEA denunció que, la ley es un “atentado a derechos fundamentales” que están consagrados en instrumentos internacionales de derechos humanos.
Ortega quiere crear descontento
El analista político, Eliseo Núñez, exdiputado de la Asamblea Nacional, coincidió y denunció que Ortega trunca la posibilidad de superar la crisis por la vía electoral.
Núñez advirtió que, todo depende de la presión que ejerza la oposición en el 2021 para lograr que Ortega derogue la ley que fue publicada en La Gaceta un día después de su aprobación en el Parlamento.
“El objetivo de él (Ortega) es doble, uno es poner reglas que según él serían inamovibles por la oposición y la comunidad internacional; y el segundo, es que quiere generar en la población un descontento enorme sobre la posibilidad de su salida”, considera Núñez.
El pasado 10 de enero, Ortega cumplió 13 años consecutivos como presidente de Nicaragua y durante los últimos 32 meses se ha enfrentado al descontento de la población y oposición del país, que pide su salida.
El 18 de abril de 2018, iniciaron en Nicaragua una serie de protestas contra la reforma que Ortega –quien se encuentra en su tercer mandato consecutivo– había aprobado en los días anteriores y que creó descontento entre la población.
Futuro de Nicaragua es “negro”
En septiembre pasado, Ortega envió a la Asamblea Nacional un paquete de tres leyes, que fueron aprobadas por la aplanadora sandinista.
La Ley de Agentes Extranjeros, la Ley de Ciberdelitos y la reforma constitucional que busca castigar los “crímenes de odio”, fueron las tres primeras leyes aprobadas.
Y en una sesión extraordinaria aprobaron la ley que inhibe a los candidatos de la oposición para las elecciones de 2021.
“Hay una buena parte de la población que, aunque no le siga, no simpaticen con él (Ortega), van a mirar hacia una oposición de conformismo o más bien de resignación. Él hace todo esto para dejar la sensación que el plazo de noviembre no existe, porque los ciudadanos miran el año electoral como la salida de la dictadura, por eso Ortega está haciendo todas estas cosas para evitar esa sensación”, agregó el exdiputado Núñez.
Por otro lado, Pallais Arana advierte que el futuro de Nicaragua es “negro”, y podría desencadenar más represión, “porque Ortega está copiando el modelo represivo cubano, hasta el último detalle”, aseguró.
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Pallais Arana, además alertó sobre un posible decaimiento económico, ya que considera que, no puede haber inversión económica extranjera en un país sin democracia, porque “Ortega se ha encargado de darle un portazo a esas expectativas”, agregó Pallais Arana.
Llaman a la unidad
Ambos opositores, hicieron un llamado a la unidad para restablecer la lucha cívica que, según ellos, pasa primero por un compromiso entre los opositores.
“Ya todas esas causas de diferencias en la oposición, todas esas discusiones, Ortega se encargó de convertirla en estériles, porque si no vas a elecciones, qué cabe estar discutiendo sobre esos temas”, afirmó Pallais Arana.
Considera que, lo que hay que hacer de ahora en adelante es unirse, “para cambiar la correlación de fuerza y lograr arrancarle a Ortega, con el apoyo de la comunidad internacional, las condiciones bajo estándares democráticos internacionales como lo establece la resolución de la OEA”, dijo Pallais Arana.