Su nombre completo es Valdrack Ludwing Jaentschke Whitaker un hombre que se ganó la confianza del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la nueva propuesta de Nicaragua para ocupar la secretaría general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
Jaentschke Whitake, sin embargo, pese a sus cargos diplomáticos no tiene «experiencia regional», afirman las organizaciones de la oposición democrática desde Nicaragua y el exilio que conforman la Plataforma de Unidad por la Democracia (PUDE).
Las organizaciones opositoras consideran que Jaentschke es un «operador político leal al régimen» y su candidatura «plantea serias dudas sobre su capacidad para liderar una institución crucial como el SICA».
«En los años 80 fue responsable de la sección D del Departamento F–8, unidad de inteligencia de la tenebrosa Dirección General de la Seguridad del Estado, DGSE, responsable de asesinatos de líderes opositores y de la contra nicaragüense», sostiene el PUDE en un comunicado.
«Rechazamos la elección de un secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) propuesto por la dictadura de Nicaragua», señalan las organizaciones.
PUDE rechaza postulación de Valdrack Jaentschke
El abogado nicaragüense Werner Isaac Vargas Torres renunció a su cargo como secretario general del SICA, un puesto cuya elección era para el período 2022-2026 a propuesta de Nicaragua.
Denis Moncada Colindres, canciller nicaragüense, comunicó a través de una carta dirigida a los Estados miembros del SICA que Vargas presentó su renuncia como secretario general de ese organismo el 14 de noviembre de 2023.
Pero, ante la postulación de Valdrack Jaentschke, las organizaciones opositoras consideran que éste es un candidato de un «régimen que sistemáticamente viola derechos humanos, cercena libertades civiles y políticas y, socava la democracia en Nicaragua».
PUDE insta a los Estados miembros del SICA a «actuar con responsabilidad y apegados a los principios
democráticos, rechazando cualquier intento de imponer liderazgos que carezcan de la legitimidad y el respaldo de la comunidad internacional y de los ciudadanos de la región centroamericana».