Voz de América
SAN FRANCISCO, EE. UU. – La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) dio a conocer los hallazgos de una investigación que confirman la preocupante situación de acoso y persecución que vive la prensa en nicaragüense bajo la Administración del presidente Daniel Ortega.
El organismo calificó la situación que viven los comunicadores como “preocupante”, así mismo pudo corroborar “una grave degradación de los derechos humanos”, que se ha agudizado meses antes de que se celebren las elecciones presidenciales del 7 noviembre próximo.
Los resultados del informe hacen referencia a la “crítica situación” que atraviesa la libertad de prensa y de expresión en ese país centroamericano, fueron presentados a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE).
Durante la presentación, Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, explicó que la persecución y captura a la que son sometidos los miembros de la prensa pone en evidencia la nula independencia que hay entre los poderes del Estado, la cual calificó como “sumisión” al Ejecutivo.
Lo anterior debido a que en la mayoría de los casos donde miembros de la prensa fueron citados o encarcelados por el Gobierno “no se exhibió Orden judicial”. Además no se les está garantizando el derecho a la defensa haciendo uso de leyes ilegitimas creadas por la actual Administración para “generar autocensura”.
“Lo que se busca es justamente acallar todo cuestionamiento al poder concentrado en el matrimonio gobernante”, concluyó Jornet, en referencia al presidente Ortega y a la primera dama, Rosario Murillo.
El representante de la SIP calificó los relatos obtenidos, entre el 28 de junio y el 2 de julio, por un grupo de investigadores como “dramáticos”.
Entre los entrevistados hay directivos de medios, dirigentes de la oposición, académicos, empresarios, representantes de la sociedad civil y representantes de la Iglesia Católica.
Según el organismo “el cerco sobre el periodismo libre se va cerrando día a día en Nicaragua”, lo que se ve reflejado en el éxodo de periodistas.
Entonces de acuerdo con las conclusiones del informe, sin libertad de prensa , Nicaragua se aleja de la posibilidad de celebrar una elecciones transparentes, ya que las acciones reflejadas en el informe confirman de primera mano cómo “el Gobierno de Daniel Ortega desprecia la legalidad, desconoce y avasalla los principios de debido proceso”.
Presiones
Entre los métodos de presión usados por el Gobierno de Ortega para silenciar a los medios que no son afines, según SIP, están las presiones anunciantes, intervención policial en medios y las casas de los periodistas, requisición de equipo, se les exige revelen las fuentes, falta de acceso a la información, estigmatizaciones y amenazas para generar autocensura; control de medios en manos del Estado, entre otras.
Jornet, consideró imprescindible que antes, durante y después de las elecciones “se garanticen amplias facilidades para el trabajo informativo de medios nacionales y del exterior”.
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La organización sostiene que todo el control que se ejerce sobre los medios sigue debilitando el “debate ciudadano”, el que es una pieza esencial para la vida democrática.
Algo que fue remarcado por Antonia Urrejola, presidenta de la CIDH, quien además agregó que “no se puede vivir bajo permanente asedio”, como es el caso de Nicaragua.
“Cualquier voz que sobresalga está siendo hostigada, encarcelada o tiene que irse”, puntualizó.
Desde el Gobierno
La también vicepresidenta Murillo, quien además es la vocera del Gobierno nicaragüense, se ha defendido continuamente ante las denuncias de censura por parte de su administración desde organismos internacionales.
Según Murillo los medios de comunicación no oficiales o independientes «son espacios de destrucción masiva», los que tienen «una sola perspectiva, un sólo enfoque imperialista y colonialista, y que responden a los intereses y a los designios de los colonialistas y los imperialistas».