Sergio e Ileana, las voces inclaudicables del caribe
** La fiscalización al poder, la ética y el servicio a la ciudadanía caracterizó el legado de los fallecidos periodistas Sergio León e Ileana Lacayo
Redacción IP Nicaragua
Le decían “Bambam” como el hijo fuerte de Pablo Mármol en Los Picapiedras. Sergio Warren León Corea fue periodista, sociólogo y director general de La Costeñísima, una plataforma multimedia de texto, radio y televisión que transmitió en la Región Autónoma del Caribe Sur de Nicaragua.
“No somos criminales, nos dedicamos a informar de las cosas que ocurren”, reconoció León en una entrevista con extinto El Nuevo Diario, un periódico impreso y digital que cerró en septiembre de 2019, ahogado por las circunstancias económicas, técnicas y logísticas.
León fue reconocido por su coraje a la hora de defender su tierra caribeña frente a todos los atropellos que diferentes niveles de poder cometían. En 2001 fundó La Costeñísima, una emisora que desde sus inicios se perfiló como un medio de comunicación de carácter social. Tenía una experiencia como reportero que desarrolló cuando fue corresponsal del diario La Prensa entre 2001 y 2016. Hizo investigaciones que denunciaron al narcotráfico y a las autoridades, que son apreciadas por sus antiguos compañeros de redacción.
Desde la frecuencia 101.3 FM, la emisora que dirigió León se constituyó como la “radio de todos”. Mientras él estuvo al frente de la emisora, se promovieron espacios y programas con diversidad de opiniones. La Costeñísima se caracterizó por tener una línea editorial crítica hacia el gobierno desde hace más de una década. Desde sus perfiles públicos en redes sociales, sin embargo, se define como un medio de comunicación “independiente”.
Uno de los colaboradores de la radio dijo a IP Nicaragua que dan cobertura a cualquier evento al que son invitados y que las fuentes que antes daban opiniones sobre temas políticos y de vulneración al derecho humano ya no brindan entrevistas por la situación del país.
“En términos periodísticos hablando de calidad, programación, audiencia y alcance estaba mejor posicionada la Costa Caribe Sur, ahí se dio el nacimiento de radio La Costeñísima. Cuando lamentablemente falleció Bambam, como cariñosamente le conocemos a Sergio León, la radio comenzó un declive y tengo la seguridad que si Sergio León estuviera vivo no hubiera cambiado su línea editorial”, afirma Medrano.
Durante las protestas de 2018, el equipo de esta radio desarrolló un trabajo profesional para informar a la población de la situación del país. León sufría constantes represalias por parte del régimen Ortega Murillo. En junio de 2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares al periodista. En un documento emitido por este órgano de la Organización de Estados Americanos, se dice que una fuente le habría indicado que “se debió matar a Bambam y se equivocaron matando al periodista Ángel Gahona”.
El 14 de junio de 2020 su voz se apagó en Bluefields. León, uno de los más críticos del régimen en esa zona del país, presentó síntomas de Covid-19 en que agravaron sus enfermedades crónicas. Decenas de personas recorrieron la ciudad para darle la despedida.
A partir de 2018, la radió informó sobre las protestas y lo que ocurría en todo el país. Hubo “amenazas de muerte” por la labor informativa, incluso unos exmilitares amenazaron con “pegarle fuego” a las instalaciones de la radio y profirieron amenazaron de muerte a sus hijos. Las patrullas policiales nunca dejaron de asediarlo.
“Tenía un gran reto de hacer un noticiero que se leyera con las lenguas autóctonas y Sergio se murió con ese proyecto todavía entre manos”, mencionó el director de la FLED, Guillermo Medrano.
El 7 de agosto de 2020, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) otorgó el gran premio de la Libertad de Prensa a más de 100 periodistas fallecidos por la Covid-19, entre quienes estuvo León. La SIP reconoció los “ejemplos de dedicación y abnegación” de los periodistas fallecidos durante la pandemia y destacó que entregaron “sus propias vidas por cumplir de manera firme la misión de mantener al público informado”. Así era León, comprometido con su audiencia.
La huella de la comunicadora Ileana Lacayo
Ileana Lacayo siempre estuvo anuente, atenta a escuchar y apoyar a los colegas en la elaboración de sus reportajes sobre el caribe. También, a través de su voz, visibilizó las desigualdades de la población caribeña y elevó las denuncias de los periodistas.
A pesar de que la costa caribe de Nicaragua es rica por sus recursos naturales, biodiversidad y cultura es una de las zonas más empobrecidas del país. De hecho, 12 de los 25 municipios más pobres del país están en los territorios del Caribe, donde el 28.2 % de la población urbana vive con menos de un dólar al día.
Martha Irene Sánchez, presidenta de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) conoció a Ileana y destaca de ella el hecho que era muy “colectiva”. Nunca había un no como respuesta, siempre estuvo atenta a los problemas de otros colegas, principalmente los del caribe. También se caracterizó por dar a conocer la riqueza cultural de la zona.
A Ileana no solo se le identificó como periodista, sino que también era una inclaudicable defensora de derechos humanos. “Ella era muy justa y no toleraba la injusticia”, destaca Sánchez.
Con su trabajo incansable, Lacayo se convirtió en otro referente para las nuevas generaciones del periodismo. La comunicadora dedicó más de 20 años de su vida a defender el derecho de información y libertad de expresión. Trabajó durante varios años como corresponsal del diario La Prensa y de Canal 2. El ejercicio periodístico para Ileana era utilizado como una voz de denuncia.
Fue activista y defensora de la libertad de expresión. Desde su trabajo en los medios de comunicación apoyó a organizaciones en las comunidades de la costa caribe para visibilizar las demandas en los territorios. Ileana era muy querida en el gremio. Muchos la consideraban una gran líder e igual que Sergio se caracterizó por su ética. El cargo que desempeñó en la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), lo aprovechó para seguir apoyando a los periodistas.
Lacayo fue una de las promotoras para que se abriera la carrera de periodismo en la Universidad de las Regiones de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN). Tras el asesinato de Ángel Gahona fue una de las periodistas que alzó la voz para demandar justicia, pero la denuncia pública que realizó tuvo como respuesta la persecución y criminalización por lo que se exilió hasta comienzos de 2020 en Costa Rica.
Mientras estuvo en el exilio prefería dejar de comer con tal de ayudar a otra persona. Por su legado va más allá de su labor como periodista. “Ella estuvo siempre para muchos, sus colegas y su comunidad”, recuerda Sánchez.
Aunque se encontraba en el exilio, ella se destacó por su fuerza y colaboración con el gremio. Lejos de su territorio ejerció la profesión y acompañó a los periodistas que debido a la persecución iban saliendo de Nicaragua. La voz de Lacayo también se apagó debido al Covid-19 en 2021. Lacayo falleció el 29 de abril por razones asociadas al coronavirus. Para “Marina”, otra ciudadana de la costa entrevistada para este reportaje, Sergio e Ileana fueron acuciosos con la información, comprometidos con la verdad y la libertad de expresión.
Casi tres años después del fallecimiento de Lacayo, el partido de Gobierno ha logrado imponer la propaganda, persiguiendo al periodismo independiente, sino que las autoridades electorales se han asignado el control territorial, mientras mantienen encarcelados a líderes de las comunidades indígenas. León y Lacayo fueron dos voces importantes del periodismo narrativo y de denuncia. “Sus legados son insustituibles cada quién en su género, cada quién en su tiempo”, destacó el director de FLED, Guillermo Medrano.