La vicepresidente Rosario Murillo anunció que el próximo10 de enero Daniel Ortega «reconfirmará y ratificará solemnemente el nuevo periodo de su gobierno», pese a que Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la gran mayoría de la comunidad internacional declararon ilegítimas las elecciones generales del pasado 7 de noviembre en Nicaragua.
«Vamos a reconfirmar y ratificar ya solemnemente el próximo 10 de enero en todo el país, conectándonos al acto central que desde la plaza de la Revolución nos va a tomar juramento a todos, el juramento al pueblo presidente, al final de la tarde del próximo 10 de enero cumpliendo con nuestra Constitución», anunció Murillo este lunes 3 de enero.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) asignó a Ortega y Murillo el 75.87% de los resultados de las votaciones generales que estuvieron marcadas por la escaza participación ciudadana, según organismos independientes.
«Estamos listos para sumir todos juntos, para ir adelante todos juntos este nuevo periodo del gobierno del pueblo presiente, el próximo 10 de enero, simultaneo en todo el país como testimonio de nuestra responsabilidad histórica de avanzar desterrando la maldad, desterrando el odio, los antivalores, el apartidismo o vendepatrismo», añadió Murillo.
El artículo 161 de la Ley Electoral estable que «la toma de posesión del presidente o presidenta y vicepresidente o vicepresidenta de la República será ante la Asamblea Nacional y presentarán la promesa de ley ante el presidente o presidenta de dicho poder del Estado el 10 de enero del año siguiente de las elecciones».
Murillo ignora resolución de la OEA
El pasado 12 de noviembre la Organización de Estados Americanos (OEA) declaró ilegítimas las elecciones del pasado 7 de noviembre, lo que significa que Daniel Ortega va camino a convertirse en el primer gobierno de facto en la historia reciente de Nicaragua a partir de este 10 de enero, según declaraciones anteriores de algunos analistas.
La resolución aprobada por la Asamblea General de la OEA, con 25 votos a favor, 7 abstenciones, 1 en contra y 1 ausencia, declara que «en las evidentes circunstancias, las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática».
“Hemos vencido la maldad, el odio, hemos vencido la discordia, el conflicto, la separación, hemos vencido al demonio; todos sabemos cómo se manifestó el demonio en aquellos días, porque hemos vencido, reinstalado y recuperado ese sentido de familia y comunidad, desde la dignidad, la soberanía nacional, ese orgullo de ser nicaragüense», mencionó Murillo.
La vicepresidenta de Nicaragua agregó que «el pueblo presidente que asumirá el próximo 10 de enero este nuevo periodo de un gobierno de todos y por el bien de todos».