Remesas confirman el drama migratorio de quienes huyen de Nicaragua

Redacción / IP Nicaragua

Las remesas, especialmente las que están llegando de Estados Unidos, confirman el drama migratorio de los nicaragüenses que huyen del país por problemas económicos o persecución política.

José Luis Peralta, de 32 años, mal vendió su casa en el reparto Villa Sol, ubicado al este de Managua, para financiar parte de los 15 mil dólares que le cobró un coyote por cruzarlo a Texas, Estados Unidos, junto a su esposa y sus tres hijos.

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Había perdido su trabajo como marinero en un crucero, en abril del 2020 por la pandemia del Covid-19. Con la liquidación compró un horno y los equipos necesarios para montar una panadería.

Durante dos años se esforzó por mantener el negocio a flote, hasta que las deudas lo acorralaron y  tomó la decisión de emigrar en junio de este año.

“Yo nunca me he metido en política, pero por mi trabajo tuve la oportunidad de conocer, aunque sea por algunas horas, varios países del mundo y pude darme cuenta que en Nicaragua al gobierno no le interesa el bienestar del pueblo. A los políticos solo les interesa recibir sus grandes salarios y hacer sus negocios”, expresa José Luis, desde una ciudad de Texas, a través de una comunicación vía Whatsapp.

Remesas, apoyo familiar

Él dice que muchas veces quisiera olvidarse por completo de Nicaragua, pero confiesa que no puede porque en el país quedaron su madre, hermanas y hermanos, a quienes apoya enviándoles mensualmente remesas.

“No es fácil dejar tu país. Pero es una lástima que pasan los años y la situación económica nunca mejora, por eso muchos buscamos otras tierras donde podamos ver el fruto del trabajo”, opina Peralta, quien trabaja como mesero en un restaurante.

A raíz de la crisis sociopolítica surgida en Nicaragua desde abril del 2018, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur), estima que unas 250 mil personas han abandonado el país centroamericano.

Unas 100 mil personas han buscado refugio en Costa Rica, mientras que 150 mil han emigrado a Estados Unidos España y otros países vecinos.

Entre enero y julio del 2022, las remesas familiares enviadas a Nicaragua alcanzaron un récord sin precedentes al registrar la cifra de 1,670.6 millones de dólares, lo que representa un 38.4% más que en el mismo período de 2021, según estimaciones del Banco Central de Nicaragua (BCN).

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La migración se ha convertido en un motor que empuja el crecimiento de las remesas.

“El presidente del BCN continuamente destaca las cifras de las remesas porque es un dinero que viene a dar oxígeno y a dinamizar la economía, pero obviamente no hay un reconocimiento oficial por parte del régimen de que más remesas están llegando al país porque hay más gente huyendo de la dictadura, asegura el economista Juan Carlos Rodríguez.

Envíos alcanzarán récord en 2022

Rodríguez agrega que el incremento de las remesas “es directamente proporcional a esa migración de nicaragüenses que salen huyendo de la represión de la dictadura y de la crisis sociopolítica que ha desatado el régimen en los últimos cuatro años”.

Manuel Orozco, experto en remesas y desarrollo del organismo Diálogo Interamericano, señala que Nicaragua tendrá un aumento significativo en las tasas de crecimiento de las remesas en 2022.

En general, los flujos de remesas han crecido cada año desde 2018 y se prevé que continúen creciendo este año.

“Nicaragua verá un incremento de sus remesas a causa de la grave situación interna sociopolítica y a la intensa salida de los nicaragüenses huyendo de la crisis a países vecinos, a España y Estados Unidos”, pronostica Orozco.