¿Quién es Flor Ramírez, la «señora del huipil» que busca refugio en Estados Unidos?

Redacción / IP Nicaragua

Flor Ramírez, conocida como la “señora del huipil” en las marchas de las protestas de abril de 2018, emprendió una travesía en busca de asilo político en Estados Unidos, tras estar sometida a casi cuatro años de asedio policial.

El 28 de mayo, cruzó el río Bravo para luego entregarse a las autoridades a las autoridades migratorias de Estados Unidos. en el lado de Texas, confirmaron fuentes de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).

Ramírez salió de Nicaragua junto a uno de sus hijos desde el pasado 27 de abril y llegó a Chiapas el 2 de mayo, donde permanecieron un mes.

Para evitar el paso por Piedras Negras, zona del río Bravo donde han fallecido ahogados más de una decena de nicaragüenses en lo que va de este 2022, «la señora del Huipil» optó por pasar por una zona del arroyo donde el agua le llegaba a la mitad del cuerpo, por la zona de Ciudad Acuña, detallaron miembros de la UNAB.

Flor Ramírez en las marchas

La primera vez que doña Flor Ramírez se unió a las manifestaciones fue el 19 de abril de 2018. El día anterior había visto por televisión las imágenes de violencia contra los señores de la tercera edad y los jóvenes que protestaban en Camino de Oriente por las reformas a la Ley de Seguridad Social que el Gobierno había anunciado.

“Siempre me he identificado con las problemáticas de los ancianos y me gusta apoyar causas sociales. Cuando vi a tantos jóvenes en las calles dije: ‘Por qué yo me voy a quedar en casa si ellos están protestando por nosotros’ (los señores)”, relató doña Flor en octubre de 2018 al diario La Prensa.

Flor Ramírez huipil

Antes que iniciaran las protestas de abril, doña Flor, ahora de 66 años, se dedicaba a dar prédicas evangelizadoras donde la llamaran y con una máquina de coser hacía “costuras rápidas”.

Su rutina cambió a medida que se involucraba en las manifestaciones ciudadanas. “Poco a poco dejé de asistir a la iglesia para evitar que me vincularan con la comunidad o que me tacharan”, dijo.

El origen del traje de huipil

En esa entrevista, doña Flor contó que, cuando empezó a ir a las manifestaciones solo cargaba una bandera azul y blanco.

En las primeras semanas de protestas ella vio a una estudiante bailar con un traje de huipil en la entrada principal de la Universidad Centroamericana (UCA). Después se enteró que la joven había sido arrestada por ese motivo.

Ese hecho le fue suficiente para decidir protestar de la misma manera, en honor a la muchacha. Pensó que los colores de su traje debían ser azul y blanco para vestirlo como si fuera la Bandera de Nicaragua, y para demostrar el amor y orgullo que siente por el país, bailando folclor.

Detalló que, compró la tela y ella misma tomó las medidas de su cuerpo, diseñó y confeccionó su traje. Después de dos días de trabajo, el huipil estaba listo.

Doña Flor estrenó su nuevo “escudo” para protestar en la Marcha de las Flores, realizada el 30 de junio en solidaridad con las familias de los niños y adolescentes fallecidos en la crisis de Nicaragua.

“Me acuerdo que estaba emocionada ese día. Yo iba con unas muchachas en la tina de una camioneta (hacia el punto de concentración de la marcha) y les dije que me taparan para ponerme el vestido. Cuando me bajé por la rotonda de la Centroamérica ya estaba llegando bastante gente y me sentí muy nerviosa, porque para entonces el Gobierno ya no quería vernos de azul y blanco”, relató sobre su primera experiencia con el huipil.

Ese día fue el centro de atención. Todas las cámaras la enfocaron y a partir de entonces empezó a usar un pañuelo azul y blanco en la cara. No quería que la identificaran.

Detenida el 30 de septiembre de 2018

A doña Flor la apresó la Policía el 30 de septiembre de 2018, cuando estaba manifestándose junto a otras dos mujeres, una de ellas era doña Coco, la señora de 77 años que regaló su venta de agua helada a quienes protestaban en las afueras del Seminario de Fátima.

Los oficiales empezaron a replegar al grupo que protestaba y a decirle que desalojaran el lugar. Pero Ramírez los desafió: “¡No nos vamos a ir, estamos en un lugar público y tenemos derecho a protestar, la Constitución nos respalda!”, eso molestó a los uniformados, contó.

Cuando doña Flor hizo caso omiso al llamado de los oficiales se fueron sobre ella. La subieron a la fuerza a la tina de la patrulla; la trasladaron en un microbús policial al Distrito Siete de la capital. Cuando ella llegó ya estaban ahí las otras dos mujeres con las que estaba protestando.

Una hora después las tres mujeres fueron trasladadas al Chipote, donde fueron interrogas y advertidas para que dejaran de protestas contra el gobierno de Daniel Ortega.

Asedio policial fue constante

El asedio policial contra doña Flor, se extendió a lo largo de estos cuatro años, al punto de no dejarla salir de su propia casa.

En reiteradas ocasiones denuncio que estaban “casa por cárcel”, por eso decidió exiliarse en Estados Unidos, aunque en sus planes nunca estuvo salir del país.

Incluso, en los últimos meses optó por irse a vivir a otro departamento de Nicaragua y la Policía hasta hoy continúa en las afueras de su casa, en el barrio Waspan Sur en Managua, indicaron los miembros de la UNAB.

CIDH otorgó medidas cautelares

En agosto de 2021, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), otorgó medidas cautelares a Ramírez, de 66 años.

En ese momento, la Comisión advirtió que “al ser mujer opositora, enfrenta una situación de riesgo acentuada debido a estereotipos de género, discriminación histórica y prejuicios relacionados a cómo debería vestir, actuar o los roles que deberían jugar las mujeres en la sociedad”. Dichas medidas para la beneficiada fueron solicitadas por el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.