La Policía, brazo opresor del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, detuvo este jueves a la activista opositora Guisella Ortega, incrementando el número de presos políticos en el país, denunciaron miembros de la organización opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
A Ortega la sacaron de su vivienda ubicada en el barrio San Judas, de Managua, según informó la organización.
La detención fue con violencia cuando la opositora estaba sola con su bebé, la cual dejó al cuido de un sobrino, ya que no había ningún adulto más en al casa al momento del arresto.
Los miembros de la UNAB también denunciaron que la opositora sufre asedio policial desde el 2018.
Los familiares de la opositora confirmaron que la opositora que fue trasladada a la Estación Tres de la Policía en Managua.
Incrementa cifra de presos políticos
El 22 de noviembre, también fue detenido el sociólogo e historiador nicaragüense, Oscar René Vargas, a quien agentes policiales sacaron violentamente y sin orden de captura de la casa de su hermana, en Managua.
Vargas, de 77 años, disidente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), es un férreo crítico del régimen de Ortega y Murillo, que se dedica a hacer análisis sobre la situación económica y política de Nicaragua.
Vargas es hipertenso y que hace siete meses le colocaron un marcapasos, por problemas cardíacos. «Hago responsable al régimen por cualquier malestar que le suceda», denunció en Facebook su hijo René Vargas Zamora.
El analista político habría regresado a Nicaragua, después de haber estado como refugiado en Costa Rica.
En la vísperas de las cuestionadas elecciones municipales del pasado 6 de noviembre también fue detenido el excarcelado político Carlos Valle y trasladado a El Chipote, denunció su hija Elsa Valle, excarcelada política, quien recientemente se exilió en Estados Unidos.
Esta es la tercera vez que la Policía detiene a Carlos Valle. La primera ocasión fue detenido por demandar la libertad de su hija en en septiembre de 2018, Elsa Valle que también fue rea política.
La segunda ocasión fue en octubre de 2019, tras colisionar supuestamente con una agente policial.
El monitoreo Azul y Blanco y el organismo ciudadano Urnas Abiertas, reportó que entre el 1 y 6 de noviembre se realizaron 31 detenciones arbitrarias en todo el país, por razones políticas.
Actualmente en Nicaragua hay 219 presos políticos, según cifras del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas.