Redacción / IP Nicaragua
El analista político Oscar René Vargas no descarta que después de la «farsa electoral de noviembre 2021» el gobernante Daniel Ortega anuncie negociaciones con la «oposición fracturada» de Nicaragua, donde el punto medular del dialogo se centre en el «reconocimiento de su nuevo periodo presidencial 2022-2026».
«Las negociaciones le ofrecerían el escenario y la ocasión perfectas para victimizarse como el líder progresista sometido a sanciones imperialistas (…) Es previsible que haya medidas de gracia para algunos de los presos políticos para ablandar a los poderes fácticos y dar la ilusión que la negociación puede producir un cambio de política», explicó Vargas en un análisis sobre el contexto nacional.
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No obstante, el sociólogo y economista aclara que el régimen de Ortega aprovechará las negociaciones para llamar la atención de la comunidad internacional, principalmente Estados Unidos y la Unión Europea quienes han impuesto sanciones a sus funcionarios, incluyendo a su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
Las opciones que le quedan a Ortega
Para Vargas el objetivo de Ortega y Murillo es reelegirse para el período 2022-2026 y para lograrlo tienen dos opciones: «negociar antes o negociar hasta después de enero de 2022».
En el primer caso, agregó Vargas, implicaría «disminuir la represión, liberar algunos presos políticos, no todos»; y en el segundo, el peor escenario es «mantener la represión».
«Teniendo controlado a los principales poderes fácticos internos, serán los factores externos los que van incidir en la decisión de cuál táctica es la que van a implementar», afirma.
De acuerdo con Vargas a través de esta táctica Ortega tratará de disminuir la «presión externa en su contra». «Las experiencias anteriores ya han demostrado que el régimen usa las negociaciones para tomar oxígeno, obtener ganancias de tiempo, y luego no cumple nada de lo que acuerda. Ellos han demostrado que son capaces de cualquier cosa: firmar me harás, cumplir jamás», afirma el sociólogo.
Vaticina abstención en elecciones
Vargas prevé que durante las elecciones del próximo 7 de noviembre predominará la «abstención y el rechazo electoral al régimen Ortega-Murillo». No descarta que los resultados sean similares a los de 2016, cuando la abstención alcanzó casi el 70%.
«La farsa electoral no resuelve ni el aislamiento del régimen, ni acaba con la resistencia social, ni nada (…) El régimen no tiene ningún proyecto estratégico para salir de la crisis económica ni de la crisis sociopolítica, solamente tiene acciones tácticas para mantenerse en el poder lo cual lo hace muy vulnerable en el mediano plazo», considera el sociólogo Oscar René Vargas.
El sociólogo enfatiza que la situación de Nicaragua no saldrá del radar de la comunidad internacional, principalmente de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, donde el tema de los nicaragüenses permanece en la agenda política de estos países.
Crisis económica se mantendrá en 2022
Finalmente, Vargas señala en su análisis que la crisis económica que arrastra Nicaragua desde el año 2018 se prolongará en el 2022.
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«La raquítica clase media se encuentra en estado precario, gravemente golpeada por tres años de recesión (2018-2020). Aunque en el primer semestre del 2021 se ha observado una especie de recuperación macroeconómica, los indicadores vinculados a la delgada clase media no logran los niveles vistos antes de abril 2018», manifestó Vargas.
La Inversión Extranjera Directa (IED), uno de los motores que movía la economía en Nicaragua cayó 63.8%en el 2020 al pasar de US$503 millones en 2019 a US$ 182.3 millones en el año 2020.
