* El más reciente boletín menciona el «ataque incendiario» del pasado 31 de julio en la catedral de Managua e insiste en brindar las cifras reales sobre la pandemia.
Redacción / IP Nicaragua
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) reiteró que en Nicaragua persiste un clima de «ataques, amenazas, detenciones arbitrarias, hostigamientos e intimidación» contra cualquier opositor al Gobierno, incluida la iglesia católica.
«Entre junio y julio no se observó ningún progreso respecto a las preocupaciones vigentes relacionadas con la situación de derechos humanos, al mismo tiempo que continúan reportándose amenazas contra personas percibidas como opositoras al gobierno, así como de violaciones al derecho a la vida», menciona esta oficina en su más reciente boletín sobre Nicaragua, correspondiente a junio y julio.
En este periodo, esta oficina de derechos humanos documentó que seis estudiantes varones que participaron en las protestas de 2018 y un periodista en el exilio recibieron amenazas, incluso de muerte, o que fueron víctimas de campañas de difamación en las redes sociales.
«En algunos casos, las amenazas también fueron dirigidas contra miembros de sus familias», menciona el informe.
Oacnudh también señala el «ataque incendiario» sufrido el pasado 31 de julio en la Catedral Metropolitana de Managua contra la venerada imagen de la Sangre de Cristo.»La Oacnudh instó a las autoridades a que realizaran una investigación exhaustiva del ataque», señala el informe.
No hay señales
Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas, dos años después del estallido social que provocó la muerte de 328 personas, las autoridades del Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo no dan muestras de encontrar una salida a la crisis en el país.
«No se observaron señales emergentes que indicaran la voluntad de las autoridades estatales de aliviar las tensiones provocadas por la crisis sociopolítica de 2018, ni de aplicar las recomendaciones formuladas por la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en su informe de 2019», señala el documento.
El pasado 19 de junio, el Consejo de Derechos Humanos aprobó una resolución sobre Nicaragua en la que continuaron expresando su preocupación por las «persistentes restricciones del espacio cívico y por la represión de la disidencia».
Uno de los hechos que la Oacnudh trae a este contexto es el ocurrido el pasado 19 de julio en La Trinidad, en Estelí, donde un fanático del partido gobernante asesinó de un disparo a Jorge Rugama Rizo, porque habría gritado «Viva Nicaragua Libre».
Abner Onell Pineda Castellón, señalado como el homicida, fue puesto en custodia policial poco después de ocurridos los hechos.
En la misma resolución de junio pasado, la Oacnudh instó al gobierno de Nicaragua a respetar las libertades fundamentales, así como a adoptar medidas eficaces para garantizar la independencia e imparcialidad del sistema judicial, cuyas autoridades están siendo utilizadas para poner altas penas privativas de libertad contra los pesos políticos.
La pandemia de covid-19
En el contexto de la pandemia de covid-19, la Alta Comisionada señala la urgente necesidad de que las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) brinden información de la pandemia de forma transparente.
«Mayor transparencia y claridad en relación con la respuesta del Estado a la covid-19, incluyendo el intercambio de información sobre el número de casos, muertes y pruebas realizadas, así como sobre los patrones de transmisión del virus en todo el país», añadió.
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La Oacnudh dijo estar especialmente preocupada por la «falta de datos desagregados sobre las infecciones entre los pueblos indígenas y los afrodescendientes».
La oficina de derechos humanos de la ONU considera que es importante conocer la información sobre las medidas específicas implementadas para proteger de la pandemia a los «grupos vulnerables» en el país.
Foto portada: El Nuevo Diario.