Nindirí sigue bajo tensión y asedio, luego de que la Policía prohibió la tradición de los Cirineos, que cada lunes santo recorría las calles del municipio, ubicado a unos 22 kilómetros al sur de Managua.
De acuerdo con reportes ciudadanos, este lunes cuando empezaría la actividad que realizan los católicos en la Semana Santa, policías de ese municipio persiguieron a los jóvenes que con sus mantos morados, que representan dolor y luto, salieron con su cruz de madera.
Para este martes, fuentes territoriales de organizaciones opositoras denunciaron que «el ambiente sigue tenso hay patrullaje de la policía y de paramilitares» y reportan a una persona detenida.
«Los jóvenes que se disponían a realizar la actividad fueron perseguidos por toda la ciudad, se desconoce si hay detenidos, la población ayudó a varios a esconderse y huir de la Policía», denunciaron fuentes territoriales de la organización opositora, Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
En los videos grabados por la ciudadanía también se puede ver que el parque de Nindirí está asediado por patrullas policiales repletas de agentes antidisturbios, que usan el característico uniforme negro, los rostros cubiertos con pasamontañas y cargando armas largas.
En otras imágenes que circulan en las redes sociales se aprecia las cruces de maderas tiradas en una calle y un manto púrpura, que es la indumentaria que llevan los católicos a esta procesión.
La procesión de los Cirineos es un homenaje al personaje bíblico Simón de Cirene o El Cirineo, que ayudó a Jesús a cargar la cruz, cuando lo llevaban a crucificar.
En Nindirí, la recreación consiste en que hombres, mujeres, jóvenes y niños se visten con túnicas, cordones y mantos propios de la vestimenta judía y con una cruz o un manojo de leña al hombro se reúnan en la parroquia Santa Ana.
Al sonar las campanadas del mediodía salen corriendo a marcar las calles por donde pasaría la procesión de la noche que ha sido suspendida por la parroquia.
Los católicos realizan una caravana de carretas jaladas por caballos, decoradas con flores.
La Iglesia católica de Nicaragua dio por iniciada el pasado domingo las celebraciones de la Semana Santa sin procesiones en las calles, tras la prohibición del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La Policía prohibió a la Iglesia sacar a los santos a las calles desde febrero pasado, cuando no les autorizó celebrar viacrucis durante la Cuaresma.
Las restricciones se dan en medio de las tensiones entre el régimen y la Iglesia católica, sumado a la suspensión de las relaciones diplomáticas con el Vaticano, en marzo pasado.
Actualmente el régimen también mantiene encarcelado a dos sacerdotes y al obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión por negarse a ser desterrado del país junto a un grupo de 222 presos políticos, en febrero pasado.
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