La policía no ha permitido el paso de los medios de prensa a la zona donde ocurrió el deslave en Macizo de Peñas Blancas.
Voz de América
La tierra aún humedecida y gigantescos árboles derribados hablan por sí solos sobre la potencia de los vientos del huracán Iota y las lluvias que ocasionó a su paso por Nicaragua.
En una pequeña finca en la reserva natural Macizo de Peñas Blancas, en el norte de Nicaragua, la situación es más caótica: lodo y pedazos de escombros sepultaban cadáveres después de un deslave en la zona. Desde el miércoles brigadas del Ejército y la Policía trabajaban en labores de búsqueda de los cadáveres que quedaron atrapadaos.
El gobierno del presidente Daniel Ortega confirmó en la noche del miércoles la muerte de al menos nueve personas y la desaparición de dos más que posiblemente se encuentran bajo tierra.
Dentro de las víctimas se encuentran varios menores de edad que quedaron enterrados por el desprendimiento de tierra, ocasionado por las intensas lluvias en la localidad.
Martha Lorena Baldizón Sánchez dijo que lo perdió todo. Su hermano, dos sobrinos, y una nieta murieron sepultados por el deslave de El Macizo de Peñas Blancas.
“No puedo con esto. Perdí a mi hijo, a mi nuera y nietos. Fue algo duro para mí. Perdí a mi familia, perdí todo. Faltaban dos cuerpos por encontrar, aún no sé si los hallaron”, dijo Baldizón llorando sin consuelo, en conversación con la Voz de América.
La mujer, al igual que su otro hijo, Norlan Benjamín Otero, lucen desconcertados cerca de la zona impactada. Al llegar la noche, las autoridades suspendieron la búsqueda de más cadáveres debido a la falta de condiciones en la zona.
Ambos admitieron que el sitio donde habitaban era de alta vulnerabilidad, por lo que tenían planeado moverse, pero no les dio tiempo.
“Lo más difícil de este día es poder encontrar a mi hermano y todos los desaparecidos, es un dolor que lo mueve a uno. Ya se manejaba que era una zona de alto riesgo, y surgió todo. Todos esos suelos se saturan de tantas lluvias, llovió casi 24 horas”, relató Otero a la VOA.
Jackeline Blandón, directora de Cruz Roja Filial Matagalpa, dijo que las autoridades locales estuvieron trabajando durante todo el día en la búsqueda de los cadáveres. Ella y su equipo de ocho personas dieron acompañamiento para acelerar la búsqueda “pero el trabajo estaba realizado cuando vinimos”.
Periodistas sin acceso a la zona
Oficiales de la Policía Nacional de Nicaragua bloquearon el acceso a los medios de comunicación nacionales e internacionales que intentaban brindar cobertura al hecho. Al lugar del deslave se permitió la entrada únicamente a los canales del gobierno.
De hecho, mientras finalizaban las labores de rescate el miércoles, varias patrullas policiales intentaron bloquear la filmación de la salida de los ataúdes por la noche.
El periodista y director del Canal de televisión local NotiMat, Eduardo Montenegro, fue conminado por las autoridades a salir del lugar junto a una decena de reporteros.
“Hoy se vivió en su máxima expresión la censura a la prensa independiente en la cobertura de tragedia del deslizamiento de tierra en donde murieron al menos 11 personas”, denunció Montenegro en su cuenta de Twitter.
Iota ha sido el huracán más potente
Hasta el momento, más de 16 personas han perdido la vida durante el paso del huracán Iota, el más potente que ha impactado al país en los últimos 40 años, según ha dicho el gobierno.
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La vocera estatal y vicepresidenta, Rosario Murillo, informó que el número de personas albergadas por el fenómeno natural ascendió a 103.000 en todo el país. Algunos han regresado a sus casas en la medida que las condiciones se lo han permitido.