Este 19 de julio se conmemoró en Nicaragua 44 años del aniversario de la revolución popular sandinista en un acto que duró más de cuatro horas entre músicas, intervenciones y ataques de Daniel Ortega y Rosario Murillo hacia Estados Unidos, Iglesia Católica y opositores.
Rosario Murillo, quien inició el acto, dijo que participaron los gobiernos de África, Angola, Burkina Faso, Ghana, Mozambique, Nigeria. De Eurasia, Abjasia, Belarús, Federación de Rusia, Osetia del Sur. De Asia y Medio Oriente, la República Islámica de Irán, la República Popular Democrática de Corea, la República Popular Democrática de Laos, Estado de Palestina, Cuba, Honduras, México y Venezuela.
Murillo afirmó que en Nicaragua vive Cristo, sin embargo, mantiene detenido a monseñor Rolando Álvarez y ha perseguido a la Iglesia Católica, obligando al exilio a varios sacerdotes.
«Cristo vive en nuestra Nicaragua bendita y siempre libre, aquí está Cristo Jesús, aquí reina Cristo Jesús, porque aquí reina el amor, porque aquí hay paz; llegamos al 44/19 con tanto canto en nuestros corazones, nuestros corazones iluminados ardientes, corazones llenos de creciente y misteriosa esperanza», dijo la vicepresidenta de Nicaragua.
Daniel Ortega ataca a Estados Unidos y aplaude a Gadafi
Usualmente, Daniel Ortega inicia sus discursos con ataques hacia Estados Unidos, en esta ocasión ocurrió lo mismo. “En noviembre de 1986 nos visitó nuestro hermano Thomas Sankara. Estábamos en plena guerra. El presidente de Estados Unidos violando las propias leyes y códigos norteamericanos, violando el derecho internacional se había puesto al frente dando la cara, Reagan daba la cara, y llegó a decir yo soy contra, nada extraño que Reagan fuera contra. Encontró a nuestro país y a nuestro pueblo en armas», dijo.
Agregó «el corazón, el alma, la conciencia en armas. Queríamos la paz, habíamos luchado contra la tiranía impuesta por los yankees porque queríamos paz, queríamos que nuestro pueblo se liberara de la extrema pobreza, del analfabetismo que rebasaba el 60 por ciento y nos había tocado luchar contra el que era el gobernador impuesto por los yanquis aquí en Nicaragua porque Somoza era un gobernador impuesto por los yanquis después que cumplió la misión de asesinar a Sandino», dijo Ortega.
“Los yanquis lo armaban, le financiaban y era un hermano de los yanquis. Ustedes saben que cuando usamos el término yanquis nos referimos a los que tienen una actitud racista, imperialista, pero no así el pueblo norteamericano que ha sido solidario con nuestra lucha e indiscutiblemente que el peso del sistema capitalista, el peso de la industria militar doblega a cualquier presidente. Recordemos la expectativa que creó Obama, parecía que iba a ser otra cosa, pero es la doble moral. Para dar un paso como el que dio visitando a Cuba le pegó una puñalada a Venezuela decretando que Venezuela era una amenaza para la seguridad de Estados Unidos”.
Ortega recordó a Muamar Gadafi y su «solidaridad con Nicaragua». “No podemos olvidar a Gadafi. Como él inmediatamente viendo la agresión que sufría Nicaragua se sumó y nos dio solidaridad incondicional, pero Gadafi iba más allá, era un soporte en esa región que empujaba para la unidad de los pueblos árabes. Su trabajo era buscar la unidad de los pueblos árabes y buscar cómo modernizar al pueblo libio»
Continuó diciendo «ahí visitando la universidad, ahí estudiaban los jóvenes, las jóvenes en la universidad, les dio acceso a la universidad, lógicamente con temas que son muy delicados por la cultura que pesa, que tienen esos pueblos y que tenemos que respetar, pero él empujó más allá buscando cómo abrir espacios en su propio pueblo y llegó al extremo, recuerdo un día de tantos, que nos encontramos con Gadafi llegó con una escolta de mujeres, eso es impensable y ahí andaba con escoltas mujeres, claro que el imperialismo le importaba poco lo que era el progreso y el bienestar que llevaba Gadafi y le llevó al pueblo libio y también a los pueblos que están más al sur de toda esa zona”, dijo Ortega.
Ortega reconoce a Pedro Joaquín como héroe
Después de repasar una lista de héroes nacionales, como Rigoberto López Pérez, Benjamín Zeledón, Sandino, Rubén Dario…, el dictador reconoció al mártir Pedro Joaquín Chamorro como un héroe.
“Y luego, también entre los héroes nacional está un periodista que fue de pensamiento conservador, pero digamos no era un extremista, Pedro Joaquín Chamorro, director de un diario, el diario La Prensa, la Compañera Rosario trabajó con él, fue su asistente por años, y cuando yo estaba preso, llegó mi madre a hablar con la Rosario, hablar con él, en ese sentido no era un envenenado anti sandinista y Somoza lo mandó a asesinar y queriendo culpar al FSLN porque el Frente estaba en la batalla”.