Maritza del Carmen Centeno, de 50 años, y su mamá Lucia González Martínez, de 70 años, de la Cooperativa Tonanzintlalli R.L. fueron galardonadas recientemente con el premio Lush Spring Prize 2023 en Berlín, Alemania.
Centeno, quien es mercadóloga de profesión, creó junto a su mamá en 2012 la Cooperativa Agropecuaria de Servicios Tonanzintlalli R.L en San Ramón, Matagalpa, de donde son originarias.
El proyecto fue escogido dentro de 350 participantes en todo el mundo. De ese total se premiaron a 17 organizaciones en diferentes categorías.
Madre e hija recibieron el Premio para Proyectos Jóvenes, que fue la categoría donde ganaron las mujeres de la cooperativa.
Centeno dice que aplicó al premio el año pasado y el 24 de diciembre recibió un correo donde le notificaron que fueron una de las ganadoras. Ella había llenado un formulario de más de 50 preguntas, lo envió «y pedí al gran espíritu que pusiera atención en esto», dice.
«Del problema nació la solución», asegura Centeno. Cuenta que en el 2012 había problemas con la caficultura provocada por la roya que afectó a los productores en ese año.
Las mujeres estaban migrando a la ciudad o a otras fincas de hacendados grandes y tenía un efecto duro porque además de dejar a sus hijos e hijas con sus abuelas, los hombres abandonaban sus hogares. Había un problema de familia, se estaban desintegrando las familias por la migración en búsqueda de empleo fuera de la comunidad», cuenta Centeno.
Agrega que las mujeres indígenas, iletradas y con pocos conocimientos de cómo se vive en la ciudad viven además maltrato, discriminación en la ciudad y esto las hizo reflexionar sobre cómo podían ayudar a estas mujeres.
«Como activista del Movimiento Indígena de Nicaragua yo ya tenía algunas relaciones fuera de la comunidad y podía incidir políticamente a través de los espacios de cooperación internacional y podía hacer por la comunidad y por las mujeres específicamente», cuenta.
Fue en una asamblea de mujeres que se propuso que se formulara una propuesta de proyecto donde se promovieras las zonas turísticas, pero no les gustó la idea asegura Centeno. Fue entonces que ella propuso que se cultivara café en las parcelas de las mujeres que muchas de ellas eran dueñas de sus tierras.
«Esto les gustó porque es un rubro que conocían, sabían cómo cultivarlo y así empezamos», dice Centeno quien agrega que el proyecto inició con la siembra de 34 manzanas de café con el apoyo del programa para las pequeñas donaciones de las Naciones Unidas que les dio un fondo semilla para iniciar.
El proyecto inició con 64 mujeres en 2012, pero hasta 2015 habían 34 mujeres cuando se decidió iniciar una segunda fase y ya recolectaban las primeras cosechas de café que habían sembrado.
«Vamos a montar nuestra propia tostadura de café, con nuestra propia marca, era una locura porque no teníamos reales, ni edificio, ni maquinas, pero siempre tenia la esperanza que de algún lugar podíamos conseguir el apoyo», cuenta.
Café DYasica nace en Cooperativa Tonanzintlalli R.L
Explica que cuando iniciaron este proceso algunas mujeres se retiraron del proyecto porque estar dentro de una cooperativa implica mayor compromiso, reuniones, talleres, salir de la comunidad y por ello quedaron 24 mujeres.
La cooperativa se legalizó en abril de 2016, y un año después obtuvieron la personería jurídica. Para 2017 habían logrado un fondo pequeño para poner una tostaduría con lo básico para poder empacar el café.
«No producíamos tanto café y lo comenzamos a vender en el pueblo porque nadie nos conocía, no podíamos aspirar a más», dice Centeno quiénes después de varias pruebas y error pusieron el nombre DYasica al café.
Al principio querían crear un café de consumo masivo y competir con marcas de café establecidas, pero asegura fue un fracaso porque nadie las conocía. «No tenía un boom publicitario como las marcas grandes, ni siquiera teníamos un vehículo para trasladar el café», cuenta.
Un café de primera
Poco a poco fueron entiendo que el café que producían era de primera y que sus consumidores eran otros. «Nos enfocamos en el segmento de mercado medio-alto y así empezamos a poner café de 10 o 15 bolsitas en las cafeterías de Matagalpa, en los hostales, en los hotelitos y no nos iba mal porque en 2017 el turismo estaba en auge pero en 2018 todo cambió», dice.
Todos los lugares turísticos cerraron y las ventas se cayeron por lo que pensaron en nuevas estrategias de venta y fue exportar el café a Estados Unidos, Puerto Rico y Europa.
«Nos pedían café de 50 bolsas o 100 bolsas y era súper porque ellos nos pagaban directamente y nosotros lo mandamos a través de correos de Nicaragua, a veces hasta nos pagaban adelantado. Era gracias a todas esas alianzas de mujeres que querían que creciéramos», relata.
Covid-19 les causa problemas
Nuevamente el proyecto se vino abajo porque con la llegada de la pandemia del Covid-19 se cerraron todas las fronteras y ya no se podía exportar.
«Tuvimos que empezar a buscar mercado adentro, pero el Mefca comenzó hacer todo un marketing para que fuéramos más visibles y nos llegaban a traer para participar a las ferias grandes y así nos volvimos a dar a conocer», explica.
Ahora son proveedoras de café del Hotel Holiday Inn Express, de algunas instituciones del Estado, y tienen codistribuidores en León. También tienen una cafetería en San Ramón que son sus mayores consumidores.
Centeno explica que el proyecto es sustentable porque trabaja baja un sistema de economía circular comunitaria, es decir que la cooperativa compra de las propias asociadas el café, lo procesa, lo vende y luego cuando regresa el dinero producto de la venta y las ganancias, este vuelve hacia las mujeres para que sigan dando mantenimiento a las plantas y en el tiempo muerto se les da adelanto de dinero y cuando vuelven a traer café así se pagan.
Premio Lush Spring Prize 2023
Lush es una cadena de cosméticos radicada en Inglaterra con más de 900 tiendas a nivel mundial y que elabora todos sus productos con ingredientes naturales y ellos hacen contratos con los cooperativistas que producen sin utilizar químicos.
El premio nació desde 2017 y además del reconocimiento internacional, documentos y placas, pero también da un premio económico para los ganadores.
«Con el premio monetario nos va ayudar a comprar un vehículo, pero este premio significa un compromiso porque no sería lindo agarrar el dinero, gastarlo, invertirlo, pero nosotros adquirimos un compromiso con la regeneración de los bosques, es decir si ya lo estábamos haciendo bien, ahora lo vamos hacer mejor. El dinero es importante y valioso pero más importante es nuestra casa común», agradece Centeno.
- Le puede interesar: Mujer joven de Nicaragua seleccionada para estudiar una maestría en Inteligencia de Negocios en Reino Unido
Culmina diciendo que su mamá también está agradecida por haber tenido la oportunidad del viaje. «Nunca había tenido un pasaporte, nunca había salido y las mujeres de la cooperativa decidieron que ella me acompañara a recibir el premio», dice.
Ambas estarán en Europa hasta el próximo 8 de junio, mientras tanto recorrerán algunas ciudades mostrando parte del trabajo que realizan en San Ramón en la Cooperativa Tonanzintlalli R.L.