Muere en albergue una indígena damnificada por los huracanes Eta e Iota

*En Bilwi fallece legendaria luchadora por derechos indígenas.

Orlando Valenzuela

Imugim Wilfret Seferino, una mujer indígena que se encontraba en un refugio en el poblado de Wasla, municipio de Waspam, Región Autónoma del Caribe Norte, falleció de repente y por causas desconocidas  informó Adolfina Angas Zamora, concejal regional de la organización Yatama.

La ahora occisa, quien tenía 47 años, era originaria de la comunidad de Andris, rio Coco Abajo y desde hace más de dos semanas llegó como refugiada ante las inundaciones que sufrió su caserío por el paso de los huracanes Eta y seguidamente el Iota.

Adolfina Angas Zamora, concejal regional de Yatama, radicada en Waspam, señaló que ella fue a Wasla, donde le informaron que Wilfred Seferino era una persona sana y que murió sin presentar ningún síntoma de enfermedad alguna.

La concejal reveló que las condiciones en los albergues son pésimas; los zancudos abundan y las enfermedades de la piel están afectando a todos, porque la mayoría duerme en el piso de cemento.

La difunta deja 4 hijos en la orfandad, los que aún se mantienen en el refugio en Wasla,  donde la noche del domingo 22 de noviembre fue velada y este lunes 23, en horas de la mañana, fue sepultada en el camposanto de la comunidad que le dio refugio.

Muere presidente del Consejo de Ancianos

Mientras tanto, en Bilwi, este domingo 22 de noviembre se conoció del fallecimiento de Ottis Lam, de 101 años, quien fungía como presidente del Consejo de Ancianos de la mosquitia.

Sergio Chow, miembro del Concejo Regional del Caribe Norte, dijo que “Ottis Lam era un legendario luchador por los derechos indígenas, era misquito, de los que dirigen las cosas, un anciano con mucha sabiduría, probablemente murió de edad, lo entierran hoy (lunes) con todos  los honores de la gente, de su barrio, El Aeropuerto y de todo Bilwi”, anunció el funcionario.

Foto portada: Este lunes por la mañana fue enterrada Imugin Wilfret Seferino, quien murió en un albergue en Wasla, Waspam/ Cortesía de Adolfina Angas.