Debido a la masacre de más de cinco indígenas en la comunidad Wilú, en el territorio mayangna Sauni As, en Bonanza, Caribe Norte de Nicaragua, las familias de Betlehem, Sabawás, Bilwas y Sukli, salieron de sus casas con temor y en busca de refugio.
Los líderes indígenas reportaron entre cinco y 10 fallecidos, incluidos mujeres y niños, asesinados con armas de fuego.
La masacre fue perpetrada por personas desconocidas denunciaron líderes comunitarios, quienes atribuyen el ataque como una forma de represalias por parte de invasores de tierras, conocidos como colonos.
Nadilia Palacios Samuel, Alberto Castillo Palacios, Jorge Enor Palacio Samuel, Morgan Díaz Palacio, Lenin Patrón Flores, Mario Patrón Flores, Yesmin Jacobo Flores, Duts Castillo Frenly, Lidina Flores Castillo y el menor de edad de iniciales O.C.P. son parte de las personas asesinadas.
«Líderes del territorio mayangna Sauni As nos confirman la masacre en la comunidad de Wilú. Se tiene información de al menos 10 personas indígenas asesinadas, entre ellos mujeres y menores de edad. Además, colonos han quemado las casas de la comunidad», denunció también el ambientalista de la Fundación del Río, Amaru Ruiz a través de su cuenta de Twitter.
Ruiz indicó que las víctimas fueron asesinadas con armas de fuego, y unas 16 casas fueron quemadas. Las familias sobrevivientes de la comunidad Wilú se vieron obligadas a huir a la comunidad vecina Musawás.
El Gobierno Territorial Autónomo Mayangna Sauni As calificó el hecho como un “caso de genocidio”, y en su informe preliminar emitido un día después informó que la masacre se dio en horas de la mañana del sábado 11 de marzo.
«Incendiaron las viviendas casi a su totalidad y asesinaron a los miembros de una familia entera (…) Las familias han quedado desprotegidas, sin alimentación y sin vestimenta, ya que a duras penas pudieron salvaguardar sus vidas», expresan el comunicado.
Aunque en su comunicado, las autoridades territoriales solo contabilizan cuatro fallecidos y tres heridos de bala, por el momento «se presume que hay más víctimas fatales», entre estas mujeres y niños, indicaron.
«Denunciamos enérgicamente y repudiamos categóricamente este crimen que constituye genocidio, por lo que es reiterado y sistemático el ataque de forma selectivo y dirigido a nuestra población Mayangna», agregan.
Las autoridades territoriales también informaron del secuestro de cinco indígenas el 10 de marzo por parte de sujetos desconocidos, aunque señalaron que los responsables podrían ser los colonos y foráneos que usurpan y trafican tierras comunales.
Aunque explican que las víctimas fueron liberadas al día siguiente, no detallan bajo qué condiciones o si este hecho está ligado a la masacre de este 11 de marzo.
«Estos registros de hechos constituyen evidencias fehacientes de la grave inseguridad ciudadana de nuestro territorio», manifestó el Gobierno Territorial, a la misma vez que exigió el desalojo total y saneamiento de las 24 comunidades indígenas.
Al respecto, Ruiz manifestó que existe una falta voluntad política del Estado de Nicaragua para que se realice el saneamiento de colonos en tierras indígenas.
El Centro de Asistencia Legal a Pueblos Indígenas (Calpi) expresó que los familiares y comunitarios se encuentran alarmados porque consideran que estos ataques y los secuestros los realizan los colonos que invaden este territorio indígena para presionar a los comunitarios y sembrar el terror, y así apoderarse más fácilmente de las tierras de los indígenas.
Por su parte, el Equipo de Guardabosques expresó su condena ante dichos acontecimiento y exigió a las autoridades nacionales y internacionales a dar respuesta y acción inmediata a la situación que enfrenta el Territorio Mayangna Sauni As.
«A nivel del Territorio se encuentran alarmados por esos ataques y los secuestros los realizan los colonos que invaden este territorio indígena para presionar a los comunitarios y sembrar el terror, y así apoderarse fácilmente de las tierras de los indígenas», expresaron en un comunicado.
A la vez llamaron al Estado «a proteger la seguridad y la integriedad fisica de todas las comunidades aplicando herramientas necesarias, desalojo total, saneamiento a nivel del territorio y llevar justicia de manera judicializado a las víctimas de estos actos de genocidio en contra de las comunidades originarios».
La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas afirmó el pasado 3 de marzo, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que continúa recibiendo denuncias de violaciones a los derechos en la Costa Caribe de Nicaragua e instó al Estado de Nicaragua a que lleve a acabo investigaciones exhaustivas que garanticen que los responsables sean llevados a la justicia.
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