CARACAS — Venezuela sufre de niveles de pobreza sostenidos, la población se ha reducido y cada vez son más las personas que deciden abandonar el país en busca de oportunidades laborales, refleja la última edición de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (ENCOVI), presentada este miércoles.
Anitza Freitez, doctora en demografía y coordinadora de la encuesta, expuso que si bien hay distintas instituciones responsables por la calidad de vida de las personas, el papel del Estado es fundamental, y en el caso de Venezuela “viene registrando desde hace un buen tiempo una pérdida de la capacidad del Estado de responder adecuadamente y oportunamente a la atención de las necesidades de las poblaciones más vulnerables”.
Con respecto a los cambios demográficos, la experta señala que en los últimos años la población venezolana se ha reducido. El estudio refleja un crecimiento demográfico negativo en el último quinquenio, ubicándose en -1,1%.
Esta reducción no solo se debe al flujo de migrantes venezolanos, que según proyecciones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) podría rozar los siete millones de personas tan pronto como el próximo año.
Freitez destaca que los niveles de mortalidad infantil actualment son similares a los de hace 30 años. Además, señala que hay una pérdida de casi tres años de esperanza de vida en la generación nacida entre 2015-2020.
Esta es la séptima edición de este proyecto, desarrollado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Para la realización de la ENCOVI, en esta entrega se entrevistaron casi 14.000 hogares venezolanos en 22 estados del país, entre febrero y abril de este año.
El techo de la pobreza
Y no solo se trata de la cantidad de personas en el país, sino de la condición en la que viven. Luis Pedro España, sociólogo y docente investigador, detalló en la presentación que el país ha registrado un crecimiento de la pobreza desde 2013.
A pesar, de ello, señala que la nación sudamericana llegó “a lo que podría ser el techo de la pobreza total”, que actualmente se encontraría en 94%.
“Eso es su máximo posible porque, digamos, tenemos un 5% de la población que tiene cómo indexar donde hay inflación o mantener su nivel de ingreso a pesar de la recesión”, expuso España.
La que sí varía, sostiene el experto, es la pobreza extrema, que actualmente se encuentra 76,6%, según los datos de la encuesta. En el período 2019-2020 se ubicó en 67,7%.
Esa disminución reflejada en años anterior está relacionada, apuntó España, con los programas sociales gubernamentales y su paso a transferencias directas, conocidos como bonos. En este sentido, indicó que estas transferencias por parte del Estado a parte de la ciudadanía cayeron 20% en 2021 con respecto a 2020.
El estudio arrojó que el valor promedio de estas transferencias por hogar es de unos 5 dólares. El sociólogo destaca que se necesitaría aumentar más de 30 veces estos aportes para poder sacar a los hogares venezolanos de la pobreza extrema.
Un problema de producción
España destacó que en el país, la desigualdad está concentrada en el último 10% de los hogares, según los ingresos; y en este sentido, en este momento “el problema no es de desigualdad”.
“Si usted agarrara todo el ingreso nacional, y lo distribuyera entre todos los hogares de manera uniforme, todos seríamos pobres”, sostuvo. Según los cálculos presentados por el especialista, si ocurriera esta distribución, correspondería a solo un dólar por persona al día.
“Nuestro problema es de producción”, agregó el sociólogo, indicando que el país debe aumentar su actividad productividad para poder solventar el problema de la pobreza.
Una inactividad forzada
La ENCOVI también recoge la actividad laboral del país. En este sentido, España aseguró que es en este área donde se han visto cambios más importantes.
El especialista expuso que la tasa de actividad comenzó a descender desde 2017, hasta llegar a los niveles actuales de 50% de personas activas y un 50% en inactividad.
“Eso comparado con el contexto de América Latina no tiene ningún parangón, en América Latina los niveles de actividad son muchísimo mayores, están cercanos al 60%”, apuntó el especialista.
En este sentido, destacó que, a los interesados en trabajar, les «están quitando» las oportunidades. «O bien porque no hay empleo, o bien porque están trabajando muy poquito, o bien porque no trabajan en absolutamente en nada a pesar de estarlo buscando, o bien porque tienen que dedicarse a actividades de cuido”.
La primera edición de ENCOVI fue en 2014 y, según explican en su página, nace de «la preocupación académica por la falta de información pública oportuna que permita conocer la realidad social del país y orientar las estrategias adecuadas en materia de políticas y programas sociales».