El amor por el baloncesto es de familia dice Lourdez Useda, de 21 años, quien es la primera mujer que se convierte en arbitro de este deporte, tradicionalmente liderado por varones.
«Ha sido un reto porque muchas personas aún tienen lo que es la cultura machista muy presente y por el simple hecho de ser mujer, entonces te desvalorizan o desvalorizan el trabajo que realizás», afirma Useda en entrevista con IP Nicaragua.
Useda explica IP Nicaragua que inició en 2017, con apenas 16 años, acompañando a su novio, quien también es árbitro. «Ahí fui conociendo un poco más sobre el reglamento del deporte y me fui enamorando poco a poco del arbitraje (…) Vengo de tíos que todos ellos fueron jugadores, dentro de ellos uno de mis tíos fue árbitro, un árbitro bastante reconocido a nivel nacional, Álvaro Siles», cuenta Useda, quien es originaria de Masaya.
La joven también combina su pasión por el arbitraje con el sueño que tiene desde niña: ser doctora. Actualmente cursa su cuarto año de medicina en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), gracias a una beca que obtuvo.
«Al inicio sentí que fue un poco fácil, porque los primeros dos años de la carrera como tal no son tan pesado y si me pude acoplar bastante bien y fueron los que traté de aprovechar al máximo para capacitarme en lo que es el arbitraje, para agarrar experiencia, para conocer y demás. A partir del tercer año en adelante hay un poquito más de desafío, porque la carrera ya me estaba exigiendo más tiempo y muchas veces me choca con los juegos», explica.
Con el arbitraje, asegura se ayuda económicamente para sufragar los gastos de sus estudios y además recibe el apoyo de sus padres.
En 2019, Useda inicia a estudiar y aprender sobre las reglas oficiales de La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). «Para esto se realizan clínicas o capacitaciones, las cuales están divididas en categorías. La más básica, que es donde se mira la parte más externa del reglamento», dice.
Asegura que para esta profesión no existe un plazo de estudios porque siempre se están haciendo actualizaciones de las reglas. «Nosotros recibimos capacitaciones no solo de reglamento sino en la parte también psicológica, recibimos preparación física, incluso hasta nos enseñan cómo debe ser nuestra expresión facial», explica.
Useda cuenta que sus papás se opusieron cuando ella les comentó que quería ser árbitro, y pensaron que no cumpliría con su profesión.
«Tenían cierta duda y lo primero que ellos pensaron es de que yo iba a despedirme de mis estudios por estar con esto del arbitraje. Al inicio sí fue un poquito complicado porque como yo empecé chiquita a trabajar en esto, tenía como 16 años apenas, entonces a veces ellos no me daban permiso para viajar muy largo. Entonces fue algo que tuve que ir trabajando, pero ya después de cierto tiempo ellos miraron de que realmente esto sí era algo que yo quería y que no me estaba despidiendo mi estudio, sino que le estaba rindiendo también en la carrera», recuerda.
Luego de esto, Useda recibió el apoyo de sus padres. «Incluso mi papá hoy en día lo que me dice es que si yo quiero seguir en esto del arbitraje, él me apoya 100 por ciento y si yo quiero sacar una especialidad que vaya dirigida al deporte, pues él con gusto me apoya también en eso».
Useda recuerda que la primera vez que arbitró un partido fue en una liga juvenil de Managua, en el torneo latinoamericano de 3×3. «Fue bastante emocionante. Los nervios a más no poder», recuerda.
Luego ingresó a la Academia de Árbitros de Nicaragua. Useda participó recientemente en Belice como árbitro en los juegos del Consejo del Istmo Centroamericano de Deporte y Recreación (CODICADER), en los cuales participan equipos de Centroamérica.
«Es la primera vez que viajaba, esa fue mi primera oportunidad. Sí he tenido participación ya en torneos internacionales, en torneos nacionales y profesionales de acá de Nicaragua, pero no había salido antes del país, esta fue la primera vez. Iba con mucho nervio. Como árbitro me tocó viajar sola con la delegación. Pero, una vez llegando allá, la experiencia fue muy linda», dice.
La joven cuenta que su mayor sueño es convertirse en una mujer árbitro de la FIBA y obtener la licencia internacional, sin embargo, debe esperar hasta los 25 años, que es la edad que el reglamento establece.
«Aún no puedo aspirar directamente a eso, por lo que no cuento con la edad. La edad mínimo son 25 años. Aún me faltan cuatro años para prepararme, pero mi meta es esa. Mi meta es poder llegar a conseguir la licencia internacional», dice.
Useda dice ser una mujer agradecida con todo lo que ha logrado. «Agradezco a Dios por que me ha dado las fuerzas y el valor para salir adelante. A Junior Arias porque ha sido quien desde el primer día me ha estado apoyando, quien me acercó al mundo del arbitraje y me ha brindado su ayuda incondicional en cada parte de nuestro camino. A Maurico Castellón, quien me ha apoyado y me ha dado la confianza para seguir adelante, y por quien estas hermosas oportunidades han sido una realidad».
En su lista hay dos personas a quienes agradece también su apoyo, Maria Lourdes y Hernaldo Javier. «Mis padres, que me han brindado su apoyo incondicional en cada paso, y por último pero no menos importante a mi hermanita, quien ha sido un motor en mi vida», puntualiza.
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