Los coches jalados por caballos son una especie de carruaje que se usa como atractivo turístico en la ciudad de Masaya, por el estilo antiguo que a base de madera se construyen.
Con el tiempo el uso de estos coches fue sustituido por vehículos con una forma un poco parecida, pero de hierro galvanizado con ruedas de automóvil. Este transporte tiene una tarifa de 15 córdobas por persona, la mitad del cobro en taxi.
“Somos más buscados que los taxis”, destaca Alexander Espinoza Morales un joven de 23 años que pertenece a la nueva generación de cocheros.
Espinoza Morales menciona que en la ciudad trabajan alrededor de 40 coches con una tarifa de 15 córdobas.
La clientela es “la gente de Masaya”, precisa. En el municipio, la carrera de taxi tiene un costo de 30 córdobas y los buses urbanos cinco.
Al referirse a los carruajes con estilo antiguo que por décadas formaron parte del atractivo turístico, explica que las personas mayores ya no pueden seguir trabajando.
“Los coches típicos han venido desapareciendo. De tres a cuatro han quedado”, refiere Espinoza Morales, quien considera que para los pasajeros era más difícil subir a los coches con ruedas de madera.
Hace énfasis que en la actualidad, la mayoría de los que trabajan como cocheros son jóvenes.
¿Quiénes abordan los coches?
Al día unas 40 personas abordan el coche, lo que representa 600 córdobas.
“Gracias a Dios no se pierde la clientela. Somos pocos pero por todos lados corremos nosotros. Somos ruleteros prácticamente”, expone el joven, y resalta que diciembre es el mes con más ganancias.
Los cocheros de Masaya no cuentan con apoyo de ningún organismo, pero en la medida de sus posibilidades invierten en mejorar “el cochecito”, ya que “ahora todo está caro”.
Además garantizan el alimento para los animales y el pago del veterinario.
Taxis caros y buses tardan
Rebeca Carcache, de 52 años de edad, es usuaria de los coches porque paga la mitad de lo que cobran en el taxi.
Aunque un bus cuesta menos llega más rápido en el coche porque no tiene que esperar tanto. También considera que apoya al dueño del coche porque de ese trabajo ellos sobreviven.
“Además lo concientizo que le de comer al caballito, que le de agua, si está enfermo que lo atienda porque eso es su machete de trabajo”, dice. De igual forma menciona que en Masaya, ya no se ven los carruajes que eran llamativos para el turismo internacional, ahora solo se cuenta con coches comerciales.
En las redes sociales de Masaya, hay quienes se pronuncian porque ninguna alcaldía se preocupó por apoyar a los cocheros con carruajes de madera enfocados a brindar un mejor servicio al usuario local o turístico.