* Los organismos que financian a las entidades de microfinanzas en Nicaragua ven de forma negativa la crisis sociopolítica y el manejo de la pandemia, lo que pone freno al otorgamiento de nuevos créditos que puede hacer peligrar la seguridad alimentaria, asegura Herrera.
GUSTAVO ÁLVAREZ
La pandemia del Covid-19 está golpeando fuerte la economía nicaragüense, al igual que el resto del mundo y entre los más afectados están probablemente los pequeños empresarios, muchos de los cuales son financiados por las microfinancieras, un sector que está resintiendo el impacto de la crisis-
Verónica Herrera, presidenta de la Cámara de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), afirma que efectivamente los pequeños empresarios están siendo prudentes y están demandando menos crédito para evitar más afectaciones por la crisis.
En entrevista con IP Nicaragua, Herrera detalla los sectores de las pequeñas empresas más afectados por la crisis y aseguró que han demandado al ente regulador, la implementación de mecanismos para otorgar alivios financieros a los clientes que lo requieran, algo que no pueden hacerlo por su cuenta, porque tienen que cumplir con la regulación existente.
¿CUÁL ES LA SITUACIÓN ACTUAL DEL SECTOR DE LAS MICROFINANZAS Y LAS MICROEMPRESAS?
La cartera (de crédito) al 31 de marzo había decrecido en un 19%. Eso representa unos US$69 millones si hacemos la comparación interanual (de marzo 2019 a marzo 2020). El número de clientes en el mismo período tenemos un decrecimiento del 12%, eso representa unos 49,000 clientes que no significa que no los queramos atender. Sí los queremos atender, pero las razones de la crisis este 2018 y 2019, muchos de ellos decidieron no tomar créditos, otro tenía que ver más bien con que salieron del país, migraron a otros países. En fin, hay una serie de efectos que traíamos de la situación que vivimos entre 2018-2019. En el índice de morosidad, es interesante que a pesar de eso, la mora interanual entre marzo de 2019 y marzo de 2020, lo que experimentó, si comparo las dos tasas de morosidad, es una disminución. Es decir, pasó de 18% que teníamos el año pasado, a 16% y eso tiene que ver con que de alguna manera el primer trimestre del año fue bueno. No se miraba el impacto de la pandemia todavía. Sin embargo, si ya traemos los datos a abril, eso cambia un poco más, eso es un poco diferente y la morosidad vuelve a tener un 18%. Es decir, si lo comparo entre marzo y abril, tuvo un ligero incremento de 2%. Y digo un ligero incremento porque lo que hemos visto, tanto en 2018 como en esta pandemia, es una alta voluntad de pago de los clientes y por eso no se traduce en un incremento en la morosidad. Sin embargo, vemos que sí están demandando menos crédito y eso, en una economía saludable, es a la inversa, generalmente la gente demanda más crédito. En esta ocasión lo que vemos es que hay menos demanda de crédito de parte de los clientes por prudencia. Es decir, si no tenés un entorno que te da un horizonte, una visión clara de hacia dónde va el país, la economía, el mundo, entonces entran en temores y normalmente descienden la solicitudes y las carteras de las entidades de microfinanzas. Las entidades como tal están en sus cifras financieras, han estado manejando la crisis, han estado reinventándose, diseñando nuevos productos, tratando de mitigar todos los riesgos en general y están en una situación más o menos manejable. Y digo más o menos manejables, porque hay otras que tienen sus indicadores mucho más profundos que los que acabo de dar.
¿CUÁL ES EL IMPACTO DE LA PANDEMIA DE COVID-19 EN EL SECTOR DE LAS MICROFINANZAS?
Vemos clientes que a pesar de que tienen la buena voluntad de pago y están pagando, sus ventas han descendido y eso hace que tengan que recurrir a las entidades de microfinanzas a solicitar ciertos alivios financieros. Nosotros como cámara hemos estado manejando o intentando hablar con los reguladores porque ese alivio financiero nosotros no lo podemos hacer mientras no tengamos normativas que sean aplicables a la nueva pandemia. Porque sí hay una serie de herramientas financieras que se pueden aplicar con los clientes, pero se evalúa uno a uno; no puede ser de manera generalizada porque somos regulados, tenemos normas qué cumplir y apegarnos a esas normas. En ese sentido, hemos estado trabajando, enviando cartas a los entes reguladores para ver qué opciones podemos pensar que ayuden a los clientes a pasar esta pandemia. Estamos a la espera de reacciones todavía y creemos que si, como otros países han adoptado decisiones en ese sentido, pues creemos que Nicaragua tenga la misma posición.
¿CUÁLES SERIAN LOS SECTORESQUE MANEJAN LAS MICROFINANCIERAS QUE ESTÁN SIENDO MÁS AFECTADOS POR LA CRISIS DE LA PANDEMIA?
Los sectores que hemos visto impactados desde antes de esta pandemia y ahora aún más, definitivamente las mipymes turísticas están sufriendo; hoteles, hostales y todo eso, pequeños empresarios del sector turístico, transporte turístico que viajaba del aeropuerto a los hoteles y todo eso, definitivamente está impactado. Son los que generalmente han reaccionado solicitando algún tipo de adecuación en sus planes de pago. El otro que podríamos decir que está afectado son aquellos productos que no son de primera necesidad en la vida de las personas, como por ejemplo, consumo suntuario, como zapatos, vestimenta, es otro sector impactado con esta pandemia. Sin embargo, vemos sectores que están muy activos, como farmacias, son dentro de la pandemia, los ganadores diría yo. El sector agropecuario continúa trabajando normalmente, está demandando financiamiento para el ciclo agrícola y el sector de alimentos, todo lo que es consumo de primera necesidad. Realmente cuando vienen las crisis, las familias lo primero que hacen es abastecerse suficiente de alimentos y entonces vemos que es un sector que está dentro de los ganadores. Volviendo a los afectados, el transporte selectivo también ha sido de alguna manera perjudicado, el de vivienda nueva también, aunque vemos un repunte interesante que puede ser por la lluvia, el sector ferretero vemos que está vendiendo, hay dinamismo también en el sector de mejoramiento de viviendas, que puede ser incidido cada año porque las familias invierten en el techo, en un canal para protegerse de las inundaciones y ese tipo de actividades. Entonces hay sus segmentos que vemos como ganadores y hay otros que son los que están sufriendo, como los que ya mencioné.
LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES QUE FINANCIAN A LAS MICROFINANCIIERAS HAN HECHO ALGUNA PROPUESTA O HAN PLANTEADO ALGUNA PREOCUPACIÓN SOBRE ESTA CRISIS?
Generalmente la industria de microfinanzas nos hemos abastecido o hemos recibido financiamiento de los organismos externos o fondeadores internacionales. Ha habido yo diría, voy a clasificarlo en dos grandes líneas esta reacción. En principio no están renovando nuevos préstamos, pero sí están renovando los préstamos existentes. A qué me refiero con eso: que todos los préstamos que actualmente tienen las entidades de microfinanzas que están corriendo actualmente, ellos están dispuestos a renovarlos, pero incrementar nuevos préstamos es algo que no están haciendo y las razones que mencionan son tres: número uno; que el país tiene un problema sociopolítico que debe corregir. Número dos, que la pandemia debe ser administrada de una forma diferente, de una forma distinta en Nicaragua y número tres; que tienen otras prioridades en otros países que están cumpliendo con las condiciones del manejo de la pandemia, que están cumpliendo con esquemas de protección a la población. Entonces ellos generalmente reaccionan nerviosos y priorizan los países que tienen mejor manejo de las crisis.
¿CUÁL ES EL IMPACTO DE ESA DECISIÓN DE LOS ACREEDORES?
Eso se va a traducir en una ausencia del crédito definitivamente. Si los acreedores no incrementan sus préstamos hacia las IMF (Instituciones de Microfinanzas) de Nicaragua, pues definitivamente va a haber menos disponibilidad de fondos para los pequeños productores y ahí se pone en riesgo la seguridad alimentaria. Nosotros como entidades de microfinanzas generalmente financiamos a los pequeños productores de frijol, de maíz, de vegetales, que son típicamente entre abril y mayo, junio, que demandan su crédito y en esta ocasión, las entidades de microfinanzas por lo menos tenemos disponibles alrededor de 70 millones de dólares. ¿Qué significa eso? Que hay 30 millones menos en relación a años anteriores. Generalmente las entidades de microfinanzas financiábamos el ciclo agrícola entre 90 a 100 millones de dólares. Este año hay una disponibilidad y estamos financiando el ciclo agrícola porque está dentro de nuestras prioridades, pero con un monto menor.
¿HAN HECHO ALGUNA PROPUESTA A LOS PEQUEÑOS EMPRESARIOS PARA VER CÓMO PUEDEN ENFRENTAR ESTA CRISIS?
Nosotros como entidades de microfinanzas hemos recibido a toditos nuestros clientes. Hemos evaluado sus necesidades y hemos ofertado hasta donde las normas y las regulaciones nos permiten hacer. Evaluamos su situación, escuchamos su situación, le proponemos opciones que estén al alcance de ellos, pero que también represente la estabilidad de la organización, porque esto es de dos, como decía alguien por ahí; para bailar un tango se necesitan dos. El cliente, por su lado, tiene que presentar su buena voluntad de pago y a toditos nuestros clientes que han mostrado esa buena voluntad de pago, se les está refiriendo a las diferentes financieras e instituciones de microfinanzas y se le están ofreciendo opciones para pasar esta tormenta. Ese es un eje más financiero. También hemos trabajado para proteger a los trabajadores y a los clientes de esta pandemia, hemos creado una batería de medidas de seguridad para que no sean contagiados, hemos creado mecanismos que le ayuden a los clientes a pagar sus cuotas sin necesidad de viajar largas distancias, como por ejemplo, pagos en línea, hemos hecho pagos delivery, como le hemos llamado, que consiste en que alguien va y recoge la cuota del cliente, hemos creado mecanismos que le ayuden a los clientes a mantenerse estables financieramente, pero también a que se cuiden en su salud. Por ejemplo ha habido organizaciones de microfinanzas que han donado mascarillas, han donado alcohol, hemos creado esquemas para que el clientes se lave las manos antes de entrar a la sucursal, debe llevar su mascarilla puesta para su seguridad y la seguridad de nuestro personal, pero también si no lleva mascarilla se la regalamos, la donamos, a fin de que se mantenga seguro tanto él como nuestro personal. A nivel interno, con los trabajadores tenemos todo un protocolo de salud e higiene para proteger a nuestros trabajadores, hemos adoptado algunas políticas de trabajo desde casa para una parte de los trabajadores, a fin de protegerlos para que no sean contagiados, teletrabajo en su casa hasta donde más se puede, porque al final del día atendemos a la base de la pirámide y tenemos que estar presentes y muy de cerca con ellos.
Entonces hay una gran mayoría de personal trabajando desde casa, pero el personal que tiene que ir al campo, porque es de primera necesidad, porque tenemos que garantizarle el financiamiento a los pequeños productores, tienen sus guantes, su mascarilla, algunos han adoptado nuevos equipamientos para que nuestro personal se mantenga seguro. También se ha estado hablando con donantes para buscar opciones o alternativas que le ayuden a los clientes a tener un horizonte sobre su estado de salud. Estamos trabajando en crear mecanismos que le ayuden al cliente a estar seguros desde su negocio, porque recordemos que no trabajamos con gente que puede quedarse en casa. Ellos tienen que ir a los mercados, tienen que salir a las calles. Por eso hemos buscado cómo ayudarles a ellos, sin embargo, pensamos que para este segmento, organismos como el Banco Mundial, el BCIE, deberían estar creando políticas que ayuden a salvaguardar la vida de estas personas, en otros países lo hemos visto, que gobiernos en coordinación con multilaterales han creado fondos que ayudan a este segmento de la población. Nosotros hemos hecho todos los esfuerzos en razón de que ellos estén de alguna manera seguros, pero la capacidad financiera es mayor a la capacidad que tenemos y se vuelve un tema de Estado, de gobierno o de salud pública, lo cual ya está fuera del alcance de nosotros. Sin embargo, como parte del sector privado y como cámara, estamos trabajando por ejemplo en mesas de trabajo que ayuden a garantizar la seguridad alimentaria y estamos trabajando en que se ayude a garantizar medicinas dentro de los barrios, las pequeñas farmacias a través de los financiamientos. Son de nuestras prioridades ahorita financiar pulperías, farmacias, para contribuir a que se garanticen los alimentos en los barrios, pero que también se garanticen los medicamentos mínimos en los barrios, que es parte de la estrategia que tiene el sector privado. Ese es un eje. El otro eje pasa por la estabilidad de nuestros trabajadores. Nosotros por ejemplo como entidades privadas estamos absorbiendo los subsidios que deberían ser transferidos al Seguro Social. Nuestros trabajadores si tienen síntomas, tienen que tomarse el descanso en su casa y se les está dando y la institución está pagando su salario íntegro. Entonces, en ese sentido, también estamos trabajando por la estabilidad laboral, que es el otro eje que el sector privado está trabajando y que queremos francamente seguir contribuyendo.
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