Los bluefileños que hicieron del coco un atractivo negocio

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Leche, aceite orgánico, agua de coco, harina, galletas integrales, pan integral…en fin una serie de productos elaborados con esta fruta tropical que se cultiva en el Caribe nicaragüense.

La lista de productos alimenticios es grande y también incluye: torta, pancake, café orgánico, tajadas fritas, coco rallado, horneado y deshidratado, helados, cajetas, queso, mantequilla, flan, etcétera.

También hay productos para la higiene y el cuido personal como el jabón, loción capilar, gotas de aceite para el cabello y la manteca de coco para uso corporal.

Algunos de estos productos, aunque son comercializados en Managua, son elaborados en la ciudad de Bluefields afirma Socorro del Carmen Rocha Baltodano, originaria de Bluefields y propietaria de Mr. Coco, un emprendimiento familiar caribeño que surgió del deseo de continuar el legado de sus abuelos.

«Los cocos son del Caribe y los productos que pueden estar en vitrina como las artesanías, los exfoliantes, y los jabones se elaboran allá (en Bluefields) y estamos en Managua ofreciendo todos los productos caribeños», dijo Rocha Baltodano a IP Nicaragua.

El legado de los abuelos

«Coco», como le dicen cariñosamente a Socorro del Carmen, explica a IP Nicaragua que hace aproximadamente 60 años, sus abuelos, originarios del Pacífico nicaragüense, migraron al Caribe, lugar donde empezaron a trabajar con esta fruta.

«La migración fue al revés, todos mis abuelitos migraron al Caribe y todos los nietos somos nacidos allá, aunque somos mestizos nuestra cultura es caribeña, comemos rondón y bailamos palo de mayo», enfatiza Rocha Baltodano.

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Socorro Rocha Baltodona del emprendimiento bluefileño Mr. Coco.

Sus abuelas, paterna y materna, fueron quienes comenzaron a comercializar con aceite de coco en Bluefields, pero una de ellas abastecía a los comerciantes del mercado Oriental.

«Mr. Coco nace del deseo de continuar con el legado de nuestros abuelitos, que comercializaban con el coco y vendían comida caribeña, pero también de la necesidad de crear empleos para las madres y padres solteros de nuestra familia, porque hay muchos», rememora.

Es así que en 2017 inician con el emprendimiento de manera formal con una marca, un logo y la representación de sus productos en cada feria donde tienen oportunidad de participar.

«Mis abuelitos lo que hacían era vender el coco entero, abastecer los mercados y vendían el agua, el coco rallado por libra y el aceite, pero nosotros en Mr. Coco implementamos más productos destacando todos los nutrientes que contiene el aceite para el control de peso y otras patologías», explica Rocha Baltodano.

De esta fruta todo se aprovecha

Rocha Baltodano explica que una de las grandes bondades del coco, además de ser una fruta que aporta vitaminas y minerales, es que en el proceso «no se desperdicia nada».

«El coco es bien bondadoso incluso con el medio ambiente. La concha del coco se utiliza para el carbón de coco, nosotros la elaboramos; la fibra del coco, que es la que cubre, es para agricultura; el agua de coco se aprovecha, la pulpa, la palmera del cocotero te provee algo que se llama tela de coco. El coco es lo máximo, no se desperdicia nada y tiene muchos beneficios para la salud y para la dieta», afirma.

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Los colaboradores del negocio bluefileño en pleno trabajo.

En Bluefields con el negocio se genera empleo indirecto cuando se emplea a los cortadores que suben a los cocoteros para acopiarlo.

De forma directa, el emprendimiento genera empleo a cinco miembros de la familia que están en Bluefields y otros cinco colaboradores que están en Managua se suman al negocio, pero que no forman parte del núcleo familiar.

Educar sobre el trabajo que implica

Rocha Baltodano reconoce que hace cinco años cuando inició formalmente con el proyecto tenía discrepancias con algunos clientes que se quejaban del precio de algunos productos.

En el negocio se elabora el aceite de coco prensado en frío, que consiste en prensar la pulpa del coco a no más de 27 grados centígrados para que conserve todas las propiedades biológicas y organolépticas que contenía la fruta en su estado natural.

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«Aceite de coco hace todo el mundo, pero hay que explicarle a la gente por qué el precio. Al hacerlo en ebullición (otro proceso) quemas la molécula y queda oxidada, no aporta ningún nutriente y es mucho más barato, desprende más grasa y sacas mayor cantidad, pero al hacerlo en frío sacas menos aceite, por ejemplo, y el trabajo es inmenso», explica.

Productos gastronómicos

La línea de productos saludables son elaborados de manera ecológica, es decir libre de químicos y preservantes y saborizantes artificiales, afirma la emprendedora.

Además, el emprendimiento ofrece variedad de productos caribeños como bebidas, comidas y postres propios de la Costa Atlántica.

«Los productos que son de comida diario los elaboramos con cocos caribeños que dos veces por semana nos mandan del Caribe, porque el caribeño es más grasoso», insiste Rocha Baltodano.

La familia de este negocio se siente orgullosa de sus orígenes y por eso en cada festividad se visten y celebran las fechas importantes del Caribe, como el día de la autonomía o el día que Bluefields fue elevado a la categoría de ciudad.

 

 

 

 

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