Redacción IP Nicaragua.
El ataque armado del pasado 22 de enero, perpetrado por colonos dentro de la Reserva de Biósfera Bosawás, en el Caribe Norte de Nicaragua, reabrió las viejas heridas de la masacre ocurrida hace un año en ese mismo lugar y que dejó como saldo seis indígenas muertos y otros desaparecidos.
El Centro de Asistencia Jurídica a los Pueblos Indígenas (CALPI) informó que, en el más reciente ataque los guardabosques Donald Castillo, de 60 años; Presino Samuel, de 47 años y Corino Simeón, de 44 años, resultaron heridos.
Debido a las heridas, Castillo fue trasladado en estado delicado al hospital del municipio de Bonanza.
Según la denuncia recibida por CALPI, los colonos emboscaron a los guardabosques cuando realizaban vigilancia en las cercanías de las comunidades de Wilu, Tuybankana, Musawas y Alal, dentro del territorio Mayagna de Sauni As.
“La gente de Alal, salió huyendo y estuvieron escondidos en el bosque porque creían que a ellos también los iban a atacar. La población indígena vive en zozobra y bajo amenaza desde el año 2015 y el Estado no los protege, ellos están viviendo una situación de guerra, porque estos colonos llegan con armas de guerra y ellos son poblaciones civiles desarmadas”, denunció María Luisa Acosta, coordinadora de CALPI.
Acosta señaló que los comunitarios indígenas mayangnas, que viven en zozobra por los constantes ataques de los colonos armados, en ese momento temían que se repitiera la historia ocurrida el 29 de enero de 2020 en Alal.
En ese ataque ocurrido hace un año al menos seis personas fueron asesinadas y otras diez desaparecieron, después de que un grupo de colonos invadió la comunidad mayangna Alal, ubicada en la Reserva de Biósfera Bosawás.
Unos 80 hombres fuertemente armados sacaron a los comunitarios y quemaron la comunidad mayangna.
Según CALPI, desde junio de 2020, un grupo de aproximadamente 70 colonos entraron en el territorio sauni armados con subfusiles Uzi y escopetas, que son armas de guerra, con el fin de tomar las tierras en las que los indígenas mayangnas han vivido tradicionalmente.
“Prueba de esto es que, el año pasado hubo 13 indígenas muertos y el gobierno no ha hecho nada, ya van más de 40 indígenas asesinados en los últimos años”, denunció Acosta.
Los mayangnas, para evitar enfrentamientos han denunciado los hechos ante las autoridades competentes, sin embargo, a la fecha no reciben su respaldo, denunció el organismo.
Por su parte, el Centro Jurídico y Sociocultural desde el pensamiento Mayangna (Cejuspem) ha registrado otros ataques en esta zona del país. Uno de ellos ocurrido el 14 de noviembre de 2020 cuando fue asesinado el comunitario Nacilio Macario, también en una emboscada.
“Estos incidentes, son realmente dolorosos y repudiables, causa inseguridad y ocasiona lesiones psicológicas, desplazamiento interno de manera forzosa, además, estos hechos son reincidentes, obedeciendo a los mismos mecanismos de ataques que se vienen registrando en varias ocasiones en distintas partes del territorio indígena de la costa caribe”, señaló Cejuspem.
La población reunida solicitó la instalación de un puesto de vigilancia permanente del BECO (Batallón Ecológico del Ejercito) y de la Policía Nacional en Musawas y los sectores vulnerables, detalló a IP Nicaragua un líder mayangna.
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