Según el informe bimensual compartido por la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), hubo un crecimiento de 20.6% en las exportaciones nicragüenses en el periodo del 1 de enero al 28 de febrero de 2022 comparado al periodo similar de 2021.
Las exportaciones nicaragüenses generaron en el primer periodo bimensual de 2022, US$ 668.45 millones, en contraste a los US$ 554.42 millones generados en 2021.
El incremento representa el 20.6%, lo que equivalen unos US$ 114.03 millones, según datos compartidos por APEN.
En este periodo, el principal destino de las exportaciones fue Estados Unidos, que acaparó el 47% sobre un total de US$668.45; y otros países que lograron subir un 10%; el más cercano fue El Salvador, que acaparó el 8%.
Los productos con mayor incremento interanual han sido café (US$ 44.60 millones); carne (US$ 24.51 millones) y oro (US$ 16.31 millones).
En cambio, los que más disminuyeron fueron productos farmacéuticos (US$ 6.04 millones); queso morolique (US$ 5.18 millones) y langostas (US$ 4.32 millones).
Es importante mencionar como dato de contexto, que Baja en precios internacionales del café preocupa a productores nicaragüenses.
La baja de los precios del café que fue histórica en 2019 y que afectó a productores y productores de Nicaragua, podría repetirse nuevamente, luego que a inicios de 2022 han llegado a niveles récord.
Cabe destacar que la cotización internacional del grano llegó a caer en 2019 a menos de un dólar por libra (0,95 dólares), su menor valor en 12 años y un precio en un 45 % inferior al que tenía en 2011, pero en febrero de este año ha saltado a 2,58 dólares por libra, su mayor valor desde septiembre de 2011.
La caída en 2019 fue provocada por el exceso de oferta, ya que Brasil recogió en 2018 una cosecha entonces récord (61,7 millones de sacas de 60 kilos) y equivalente al 37 % de la producción mundial.
Y la subida de los últimos meses es atribuida a la sequía y las heladas que Brasil sufrió el año pasado y que redujeron la producción del grano desde 63 millones de sacos en 2020 a 47,7 millones en 2021. Pese a que la previsión es que la cosecha aumente en 2022 hasta 55,7 millones, el volumen es insuficiente para atender la demanda mundial.
En ese sentido, Aura Lila Sevilla Kuan, Presidenta de la Alianza Nacional de Cafetaleros de Nicaragua, dijo a medios locales que ese año se llegó a pagar hasta en 240 dólares por cada quintal oro, sin embargo, en la última semana ha comenzado a desplomarse.
Sevilla dijo que se ha pasado de 240 dólares, que se había mantenido por más de dos meses, a precios de 216 dólares, que todavía es positivo si se toma toma en cuenta el incremento de los insumos y equipos agrícolas que se han duplicado y en algunos casos específicos hasta se han triplicado.
«Necesitamos que los precios se mantengan arriba de los 200 dólares para poder hacer frente a los costos de producción”, destacó a medios locales.
La brasileña Vanusia Nogueira, elegida este mes como nueva presidenta de la Organización Internacional del Café (OIC), dijo que Los precios internacionales del café, que en 2019 sufrieron una caída histórica y en 2022 han llegado a niveles récord, solo se “acomodarán” en 2023.
Nogueira, que en mayo próximo asumirá como la primera mujer en comandar la organización multilateral que reúne al 98 % de los países productores del grano y al 67 % de los consumidores, afirmó que los precios bajarán en 2023 pero que espera que no caigan nuevamente a los valores de 2019, que considera inviables para los agricultores.
Nogueira dijo que los precios subieron porque, además de una menor producción prevista para este año, los agricultores están pagando caro por los insumos y sufren con la escasez y los altos precios de defensivos agrícolas y fertilizantes.
Agregó que ese problema tiende a agravarse por la actual crisis en Ucrania ya que esa región es importante productora de fertilizantes.
“Por el lado de los (países) compradores, además de pagar precios más elevados, hay aumento de costos y escasez por una crisis muy compleja de fletes, contenedores y navíos”, agregó.
“Estamos teniendo una presión de precios por todos los lados y no creo que eso pueda cambiar en lo que resta del año. Creo que vamos a tener una acomodación mayor en 2023”, dijo a agencias internacionales.