* Iglesia Católica lleva 27 meses de ataques y asedio desde abril de 2018.
ERNESTO GARCÍA
En un hecho sin antecedentes recientes en la historia de la iglesia Católica nicaragüense, este lunes el cardenal Leopoldo Brenes pidió a los fieles cuidar de sus templos de delincuentes y profanadores.
La recomendación fue hecha por el arzobispo de Managua después del más reciente acto de profanación de un templo católico, que aconteció el pasado viernes.
Elementos desconocidos, aprovechando la oscuridad de la noche, profanaron la capilla Nuestra Señora del Carmen, en la comarca de Veracruz, jurisdicción de Managua.
«El señor arzobispo condena este acto que ofende nuestra fe, por lo que ofrece sus oraciones y pide a los fieles estar atentos en el cuido de sus capillas», refiere en su parte medular el comunicado de la Arquidiócesis de Managua.
Los sacrílegos, al profanar la citada capilla, arrastraron el sagrario de Jesús Sacramentado, según el informe presentado al cardenal Leopoldo Brenes por del padre Pablo Villafranca.
Otros ataques
La madrugada del pasado 20 julio, un hombre en estado de ebriedad derribó tres portones de la catedral Inmaculada Concepción de María, en Managua.
En este caso, la Policía comunicó a las autoridades del principal templo de la Arquidiócesis de Managua, que habría detenido al causante de los daños a la propiedad privada, pero no lo presentó públicamente a como lo hace con otros maleantes.
Seis días antes (el 13 de julio) las autoridades religiosas de la catedral San Juan Bautista, en Jinotega, denunciaron el robo de un ángel de plata de la capilla del Santísimo.
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Dos semanas atrás fue profanada otra capilla en la comunidad de Los Brasiles, en la jurisdicción de Mateare, departamento de Managua.
27 meses de ataque y asedio
Desde abril del 2018, cuando estalló la crisis sociopolítica, la iglesia Católica ha sido blanco de innumerables ataques.
El 21 de abril, en plena crisis, turbas orteguistas intentaron ingresar a la catedral de Managua, donde decenas de jóvenes se refugiaron para protegerse del ataque de policías y paramilitares.
Un mes más tarde, en Nindirí, municipio de Masaya, otra turba orteguista atacó al obispo de Estelí, monseñor Juan Abelardo Mata.
Posteriormente, en Diriamba, Carazo, turbas y paramilitares atacaron a una delegación de la iglesia Católica encabezada por el cardenal Brenes y monseñor Silvio Báez, a quien un paramilitar hirió con una navaja.
El 13 de julio de 2018, policías y paramilitares atacaron con armas de guerra durante toda una noche la parroquia Divina Misericordia, con resultado de dos jóvenes muertos y daños materiales al templo.
A inicios del año 2020, turbas orteguistas profanaron la catedral de Managua y agredieron a uno de los vicarios.