La tradición cristiana más representativa de Nicaragua, la celebración de “La Conchita”, la virgen de la Inmaculada Concepción de María, cumple 300 años de devoción y fervor en Granada, en un ambiente de oración y novenas en casa, en el contexto del Covid-19.
La devoción a la Inmaculada Concepción de María, llamada cariñosamente como «La Conchita» data desde 1721, cuando una caja de madera apareció flotando en las aguas del Lago Cocibolca.
Ahí, se encontraba un grupo de lavanderas que encontraron la caja; en su interior iba la imagen de la virgen que desde entonces es celebrada con rezos y procesiones, altares y cantos, por los granadinos a lo largo del tiempo.
La caja de madera que un 7 de diciembre de 1721 llegó a las costas de Granada fue recogida por Fray Toribio de Benavente y Paredes, quien en la parte externa del baúl observó la frase: “Para la ciudad de Granada”.
Los frailes franciscanos la levantaron una enramada muy cerca de donde ocurrió el hallazgo y luego se la llevaron en procesión al templo.
El obispo de Granada, Monseñor Jorge Solórzano, señaló que en el contexto de los 300 años del hallazgo de la Inmaculada Concepción de María en el lago Cocibolca, en Granada, hace un llamado a las familias nicaragüenses a rezar con devoción la novena en honor a la Virgen María, a quien considera una «estrella de esperanza para Nicaragua».
El obispo hizo un llamado a fortalecer el fervor doméstico, rezando la novena en casa, como parte de la celebración de los 300 años de la tradición del rezo a “La Conchita“ en Granada.
«Los animo a rezar la novena de “La Conchita“ en sus 300 años en un ambiente familiar. Invito a realizar un altar a la Virgen y el pesebre en cada hogar donde se pueda rezar y se fortalezca la Iglesia doméstica», dijo el obispo de Granada.
Así, este 7 diciembre se caracterizará con una celebración más privada, entre amigos y conocidos. Las casas elaborarán los altares a la virgen, rezarán el novenario y se quedan en familia.
En ese contexto, Monseñor Jorge Solórzano convocó a una jornada de oración por la paz y por las personas que sufren las dolencias del Covid-19 en Nicaragua.
De igual forma, el religioso invitó a hacer un altar a la virgen en cada parroquia y un pesebre, para que se realice la novena a la virgen y al niño Jesús.
Solorzano insistió en que las Eucaristía en honor a los 300 años de tradición se celebrarán siguiendo las medidas de prevención y el protocolo destinado para evitar contagios de Covid-19.
La tradición a la Concepción de María es muy fuerte en Granada, anteriormente salía por los lugares más importantes de Granada en una procesión, con un altar muy colorido en flores y luces, que se desplazaba acompañada por chicheros que tocaban canciones marianas, a la vez que sonaba en toda la ciudad la explosión de cuetes.
Los diseñadores de carrozas han enriquecido la tradición a lo largo de estos años, desde los orígenes diferentes artistas han destacado en la elaboración de sus motivos. Tradicionalmente, las calles que realizan esta fiesta religiosa son la Calle Inmaculada; Sur Xalteva; La Concepción; Palmira y la Otra Banda; Cuiscoma; La Calzada; El Arsenal; Santa Lucía; y Calle Atravesada.
Este año, el obispo de Granada dijo no habrá caravanas, ni procesiones ni actividades que tengan aglomeraciones de personas, para evitar contagios de covid-19.
Por último, en el tricentenario de la celebración, el Obispo Jorge Solorzano ha promovido el lema «Vida, dulzura y esperanza nuestra».
El obispo explicó que la vida de la Virgen, Inmaculada Concepción, es un canto de esperanza porque es una estrella que interpela en la existencia humana.