Pablo Juárez fue tres veces campeón de bateo en el beisbol nacional y su trayectoria le valió para ser inducido al Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense.
Harold Briceño Tórrez
Tras dar de foul una y otra vez frente al picheo de ese feroz lanzador que es la muerte, el siempre intimidante zurdo chinandegano Pablo Juárez abanicó al tercer strike y falleció la mañana de este sábado a los 66 años de edad, luego de batallar contra varias enfermedades, según indicaron fuentes cercanas a quien es considerado uno de los más grandes bateadores zurdos que ha producido el país en su historia.
Originario de El Viejo, Chinandega, y nacido el 28 de junio de 1954, Pablo Juárez apareció en el escenario del beisbol de Primera División en 1973, tras haber dado mucho de qué hablar con su ofensiva en ligas infantiles y juveniles. Tan bueno era, que en su campaña de debut con Chinandega bateó para 306 puntos en 40 partidos jugados.
Desde entonces no dejó de brillar hasta completar una carrera con números de alto quilate, que le valieron para ser inducido al Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense, en cuyo sitio web es descrito como “un jugador excepcional”.
De las 20 campañas (16 Chinandega y 4 con Corinto) que jugó en el beisbol nacional entre 1973 y 1992, Pablo Juárez terminó 14 de ellas bateando por encima de los 300 puntos, un registro que deja en evidencia lo tremendo bateador que fue.
Súmenle a esto que en tres ocasiones terminó el campeonato como el bateador con mejor promedio ofensivo. La primera fue con un average de .356 (83 HC-233VB) en 1974, apenas una temporada después de su debut.
La segunda de sus coronas de bateo fue en 1976 con .366 (121-331), y la tercera la ganó un año después con un registro de .374 (125-334).
Además ganó lideratos en carreras impulsadas, dobles conectados y jonrones.
En total, Pablo Juárez, quien varias temporadas fue también líder en bases por bolas intencionales recibidas, participó en 1,415 partidos y a lo largo de 4,736 turnos al bate disparó 1500 imparables, para un promedio de por vida de .317.
De sus cañonazos 138 fueron jonrones, 255 dobles y 21 triples.
Durante su carrera le dieron 630 bases por bolas y lo poncharon 304 veces. Acumuló 746 carreras anotadas y remolcó otras 839.
Otro elemento que grafica la grandeza de Pablo Juárez, es su permanencia en la selección nacional durante 18 años, acumulando cifras y actuaciones respetables.
Tan grande fue su trayectoria en el beisbol nacional, que su número 24, el que usó toda su carrera, fue retirado por Chinandega en febrero del 2017, el mismo día que retiraron el 17 del gran Argelio Córdoba.
Cifras en mano, no hay forma de negar que Nicaragua perdió la mañana de este sábado a uno de los bateadores zurdos más grandes que ha producido.
Foto portada: Cortesía Salón de la Fama.
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