En otro ataque contra la libertad religiosa, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de Nicaragua desterró a siete de los ocho sacerdotes que permanecían en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima en Managua.
La experta en libertad religiosa de Nicaragua, Martha Patricia Molina, confirmó la información sobre la expulsión de los religiosos.
Monseñor Ulises Vega Matamoros, monseñor Edgar Sacasa Sierra, padre Víctor Godoy, padre Jairo Pravia Flores, padre Marlon Velásquez, fray Silvio Romero y el padre Harvin Tórrez son los religiosos expulsados.
De acuerdo con la información a los sacerdotes católicos detenidos arbitrariamente los enviaron a Roma.
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Esta medida refleja la creciente represión del régimen contra cualquier forma de disidencia y libertad de culto en el país.
«El pueblo mantiene el respeto y la credibilidad en la Iglesia, esto representa un peligro para el control de la dictadura», denunció Enrique Martínez, vocero de la Plataforma de Unidad por la Democracia (PUDE).
A los sacerdotes los sacaron esposados como si se tratara de delincuentes y los subieron a un microbús con rumbo desconocido.
El pasado 26 de julio, el Padre Frutos Valle fue detenido en Estelí y llevado al Seminario Nuestra Señora de Fátima en Managua y es el único que permanece en ese lugar.
