Redacción / IP Nicaragua
Familiares de las personas presas políticas de Nicaragua mostraron indignación y preocupación por las palabras, “llenas de odio, perversidad y misoginia” pronunciadas por el mandatario de Daniel Ortega que llamó “hijos de perra del imperialismo yanqui” a sus parientes detenidos.
El secretario adjunto principal de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, Ricardo Zúniga, evitó referirse a las declaraciones del mandatario aduciendo que no se puede «responder a todas las declaraciones ridículas de Ortega».
«Las personas no pueden ser tratadas como un juego de ajedrez donde pueden usar a personas como piezas en ese juego», mencionó Zúniga en una rueda de prensa con periodistas de la región.
Ortega se refirió de esa forma a los presos políticos, el lunes por la tarde, un día después de las votaciones generales realizadas en el país, y que han sido cuestionadas por más de 40 países de la región de las Américas y Europa.
En sus declaraciones Ortega lanzó los insultos sin titubear en el acto de conmemoración del 45 aniversario de la muerte del fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Carlos Fonseca, transmitido en cadena nacional de radio y televisión.
El mandatario sugirió que a las personas presas políticas deberían llevarlos a Estados Unidos, “para que les trabajen a su amo”. “Esos no son nicaragüenses, dejaron de ser nicaragüenses hace rato, no tienen patria. Que se los lleven allá, para que allá sirvan como lo son: esclavos del imperio, traidores de la patria”, vociferó un iracundo Ortega.
«Tales expresiones no son aceptables en boca de una autoridad política y manifestamos al pueblo de Nicaragua y a la comunidad internacional nuestra profunda preocupación por las eventuales consecuencias que este discurso pueda tener sobre la vida e integridad de nuestros familiares y sobre el clima sociopolítico del país”.
Referirse a adversarios políticos como “hijos de perra” y apátridas “parece tener el objetivo de profundizar en la deshumanización de personas que se encuentran encarceladas sin respeto de sus derechos y libertades fundamentales y sin la debida publicidad del proceso judicial”, alertan.
Un abuso más de Ortega
Los familiares sostienen que “las palabras de Ortega buscan negar la humanidad de sus adversarios políticos y pretenden justificar los abusos cometidos contra ellas y ellos. Nos preocupa que estos nuevos insultos sean interpretados de manera implícita como una “orden de ejecución”, para que funcionarios policiales y penitenciarios se sientan legitimados para llevar a efecto actos de venganza política contra personas presas, contra sus familiares y, en definitiva, contra cualquier ser humano que no se muestre seguidor del partido de gobierno”.
A la vez llaman a la comunidad nacional e internacional a permanecer atenta a las graves consecuencias que pudiesen acarrear “las terribles y denigrantes” expresiones de Ortega.