En el país norteamericano las muertes por coronavirus este martes ascendieron a 44,845 personas.
Según el último informe de remesas familiares que publicó el Banco Central de Nicaragua en su sitio web en el 2019, correspondiente al segundo trimestre del año, el 56% del dinero recibido provino de los Estados Unidos.
El BCN no siguió publicando las estadísticas mensuales de remesas, ni volvió a actualizar el informe trimestral, pero la historia siempre ha sido la misma: El país del que más recibe divisas en concepto de remesas Nicaragua es Estados Unidos.
En 2018, durante todo el año, el flujo de remesas que ingresó a Nicaragua fue de 1,501.2 millones de dólares, del cual el 55% tuvo como origen la economía estadounidense.
Este año, sin embargo, las remesas, y no sólo las de Nicaragua, sino las de toda la región, se verán seriamente afectadas por el coronavirus. Este martes, en el país norteamericano las muertes provocadas por la pandemia ascendieron a 44,845 personas y a más de 800,000 los casos positivos de la enfermedad.
¿Qué pasará entonces con las remesas en 2020? Esto es lo que dice la Cepal en su más reciente informe “Dimensionar los efectos del Covid-19 para pensar en la reactivación”: “En el principal país de destino de los migrantes de la región (Estados Unidos), la crisis sanitaria afecta a sectores en los que dichos migrantes tradicionalmente se emplean, como la construcción, los restaurantes y los hoteles.
En 2018, el 28.7% de los migrantes provenientes de los países de la región se empleaban en servicios y el 20.6% en construcción y mantenimiento (Oficina del Censo de los Estados Unidos, 2018).
El impacto de la crisis en las remesas podría verse atenuado por los apoyos directos (transferencias) que reciban los migrantes en los lugares de destino y las familias receptoras en las comunidades de origen. La crisis también ha mostrado los aportes de la fuerza laboral inmigrante en sectores como la producción de alimentos y los servicios de salud en estados donde tienen una presencia considerable”.
La Cepal considera que flujos de remesas hacia América Latina y el Caribe se podrían contraer entre 10% y un 15% en 2020 y que podrían pasar entre 4 y 8 años para volver al monto alcanzado en 2019.
Los ingresos por remesas tienen un impacto muy importante para los países que las reciben y Nicaragua no es la excepción. En 2018, las divisas en concepto de remesas familiares representaron el 11.4% del PIB del país, que en ese momento era de 13,117.9 millones de dólares.
“Entre un 80% y un 90% de las remesas se usan para cubrir necesidades básicas de los hogares receptores (alimentación, salud y vivienda), por lo que su contracción tendrá fuertes efectos en el consumo y la incidencia de la pobreza”, pronostica la Cepal.
En el caso de Nicaragua, otros países emisores de remesas, no menos importantes, son Costa Rica (de donde provino el 19.7% del dinero recibido en 2018), España (11.2%) y Panamá (5.2%).