A pesar de la pandemia, la orden de la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, es realizar caravanas en vehículos en los distintos municipios de Nicaragua.
Redacción IP Nicaragua
Una de las medidas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evitar el contagio del covid-19 es evitar la aglomeración de personas. Daniel Ortega está acatando muy bien esta recomendación, puesto que no realizará un acto masivo este 19 de julio y tiene más de 30 días sin salir de su casa en El Carmen, Managua; pero sus seguidores sí deberán salir para conmemorar el 41 aniversario de la revolución sandinista.
Los medios oficialistas se han encargado de difundir las marchas y actividades convocadas por el FSLN en los diferentes municipios del país. Mientras Ortega se resguarda en su casa.
En las fotos se puede apreciar a niños y personas de la tercera edad participando de las actividades, la mayoría sin mascarilla, como si el virus no existiera. Esta es la “normalidad” impuesta por Rosario Murillo.
“Entre tanta celebración nos cuidamos con conciencia revolucionaria, conciencia evolucionaria también. Nos cuidamos, nos protegemos, protegiendo nuestra salud personal, nuestras familias, nuestras comunidades, y avanzamos”, dijo Murillo este 17 de julio, en su comunicación habitual en los medios oficialistas.
Este 19 de julio llega con un mal sabor de boca para la cúpula del partido gobernante, con una pandemia que ha causado la muerte de cientos de nicaragüenses y empeoró aún más la economía del país.
A esto se le agrega las sanciones que llegaron desde Estados Unidos el 17 de julio a Juan Carlos Ortega, uno de los hijos de la pareja presidencial. Las sanciones también alcanzaron a José Jorge Mojica Mejía, uno de los testaferros de la familia Ortega Murillo, encargado de crear “compañías fantasmas”, como refiere la orden emitida por esa oficina.
“El presidente Ortega y su círculo íntimo corrupto priorizan su propio poder y riqueza sobre las necesidades del pueblo nicaragüense”, dijo el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven T. Mnuchin.
Tres hijos de la pareja presidencial y Rosario Murillo han sido sancionados por Estados Unidos. A esto se le agrega más de 20 funcionarios allegados al poder y varias empresas.
Mientras la Organización Panamericana de la Salud (OPS), insiste en que la única forma de disminuir la curva de contagio del covid-19 es el distanciamiento social, Murillo hace caso omiso y hasta mandó a sus seguidores a marchar al inicio de la pandemia.
El 18 de marzo, la vicepresidenta de Nicaragua, también sancionada por Estados Unidos, informó sobre el primer caso de covid-19 en Nicaragua. Desde ese día, a diario, en las redes sociales aparecen publicaciones de muertes vinculadas al letal virus.
El Ministerio de Salud (Minsa) en su último informe detalló que en el país solo 99 personas han muerto por covid-19 y en total 3,147 personas se han contagiado.
Mientras que el Observatorio Ciudadano Covid-19 Nicaragua, en su último informe reporta 8,508 casos positivos y un acumulado de 2,397 muertes.
Este año no se realizarán las famosas caravanas desde distintos puntos del país hacia Managua, en las que el licor era uno de los acompañantes de la celebración.
No hubo presupuesto de camisetas, ni las coreografías con las manos de la Juventud Sandinista en la tarima principal, ni flores, ni dinero para gasolina.
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