Comunidad LGBTIQ+ en Nicaragua víctima de crímenes de odio

La comunidad LGBTIQ+ en Nicaragua es víctima de discriminación y violencia. En el primer semestre se registran 20 situaciones, entre estos dos crímenes de odio, reportó el Observatorio de Violaciones a Derechos Humanos de las Personas LGBTIQ+ en Nicaragua de la organización La Corriente.

El crimen de las mujeres trans Juan Mena Hernández, que falleció el 7 de marzo de 2023 tras ser golpeada por su pareja Sider Murillo en la ciudad de Masaya y el de Ariel José Mendoza, conocida como «La Mendoza», asesinada el 7 de abril en Managua son los dos hechos registrados y que ponen en perspectiva la situación de la comunidad LGBTIQ+ en Nicaragua.

«Las agresiones en contra de lesbianas, homosexuales, bisexuales, personas trans y no binarias que hemos documentado durante el primer semestre del año, que como sabemos no son representativas de lo que ocurre cotidianamente, evidencian la relación directa entre el incremento de los discursos de odio, la impunidad y la comisión de actos de violencia, que cada vez presentan mayor saña, llegando hasta el transfemicidio», señala en su informe el Observatorio.

Situaciones que ocurren a la comunidad LGBTIQ+ en Nicaragua

De los 20 casos registrados, identificaron 11 tipos de violencias, entre estas: violencia física, sexual, digital, institucional, política, psicológica, agresiones, discursos de odio, crímenes de odio, suicidio y robo con violencia.

Miembros de la comunidad suelen tener ciertas vivencias que constituyen actos discriminatorios, señala el documento.

Una mujer trans denunció ante la Policía, pero la institución «no actuó para sancionar a los agresores»; el perpetrador del asesinato de una mujer trans está detenida, pero se desconoce si existe una sentencia firme; la pareja de homosexuales que fueron echados de un local «no interpuso denuncia por desconfianza en la institución policial», por ejemplo.

El Observatorio conoció el caso de una mujer trans que fue víctima de violencia sexual por parte de militares en la frontera, pero «no denunció por temor a ser encarcelada».

Un total de 13 de las víctimas se identificaban como mujeres trans y siete como homosexuales, en los hechos registrados.