La Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) señaló que este 7 de noviembre, el sandinismo consumó un fraude electoral superior a su farsa electoral de 1984 y al que cometió el somocismo en 1974.
«En la farsa electoral no participó el pueblo, y los pocos que participaron lo hicieron bajo la coacción del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Para eso se les exigió pruebas de que votaron y que lo hicieron por el partido de gobierno», destacó AUN.
La organización juvenil, quien tiene a sus líderes presos Max Jerez y Lesther Alemán, dijo que esta farsa electoral es la consecuencia predecible de un proceso de degeneración acelerada del sandinismo.
“El sandinismo no tuvo ningún reparo en mostrar con descaro como manoseaban todo el proceso electoral. En esta línea, el papel de los partidos colaboracionistas —Partidos Liberal Constitucionalista (PLC), Partido Liberal Independiente (PLI), Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), Alianza por la República (APRE) y Camino Cristiano Nicaragüense (CCN), llamados por el pueblo partidos zancudos— fue más vergonzoso que lo acostumbrado”, destacó el comunicado.
Los jóvenes concluyeron que tarde o temprano, la luz volverá a recorrer Nicaragua.
El observatorio señala que trabajadores del Estado reportan que se les obligó a enviar foto de la boleta con su nombre escrito en el sitio donde marca la X para confirmar que la foto corresponde a ello y no a otra persona.
A las 6:15 cerraron los centros de votación donde dónde estaban convocados más de 4,4 millones de nicaragüenses a elegir a sus autoridades generales.
Nicaragua culminó con unas comicios electorales, presidido con el arresto de siete aspirantes a candidatos presidenciales de la oposición y con la ausencia de observadores de la OEA y de la Unión Europea (UE).
Nicaragua realizará este domingo las votaciones más cuestionadas de los últimos tiempos bajo un contexto de agravamiento de una crisis de derechos humanos que persiste en el país desde 2018.