Redacción / IP Nicaragua
Alejandra Centeno, la joven activista política nicaragüense obligada al exilio, ha enfrentado una verdadera lucha para poder terminar su licenciatura en Relaciones Internacionales y está pronto a graduarse, pero tienen un «sueño que no puede cumplir» sola.
Centeno, de 23 años, anhela que su hermano y su progenitora la acompañen en ese importante evento por lo que amigos de la joven empezaron una campaña de recaudación en el sitio estadounidense Gofundme.
«Estoy a punto de graduarme y mi sueño es que mi madre y mi hermano puedan acompañarme en este momento cuando culmino mi carrera universitaria», dijo Centeno en un vídeo que invita a apoyarla desde la plataforma de financiación colectiva.
Expulsada de universidad en Nicaragua
La joven tuvo una participación muy activa en las protestas antigubernamentales en Nicaragua, las cuales valieron su expulsión «injustamente» de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).
Ella ha pasado los últimos dos años terminando su licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Loyola en España, país donde logró exiliarse.
«Algunos amigos que me han apoyado y han creído en esta idea creemos que a través de un Gofundme en el que no haya ni cantidad grande, ni pequeña, de colaboración podemos lograr los recursos necesarios para que mi hermanito y mi mamá me acompañen en este momento tan especial», señaló Centeno.
Alejandra también jugó un papel esencial en la representación de los estudiantes en el segundo diálogo nacional celebrado en el país centroamericano.
«Mi familia y yo vivimos situaciones de asedio y persecución, incluso en el 2019 simpatizantes del Frente Sandinista amenazaron con quemar nuestra casa de habitación estando nosotros dentro», recordó la activista.
Joven excelencia académica
Sus estudios en el extranjero solo han sido posibles gracias a una beca académica de la Universidad Loyola y al apoyo del fondo universitario Niñas Arriba.
«Estoy a punto de concluir la carrera y el hecho de graduarme me provoca muchas emociones y de verdad me gustaría poder contar con la presencia de mi familia, ellos son mi mayor motivación», manifestó la joven.
Apoyada por sus padres ahora Alejandra puede decir: «¡Lo hicimos bien mamá!».
«Mi papá siempre ha dicho si hay algo que él nos va a dejar cuando parta es la educación (…) cuando hacía exámenes en la Unan y llegaba a la casa y contaba que salía bien, mi mamá decía salimos bien y tenía razón», comentó Centeno.
Las protestas cívicas que fueron reprimidas por la Policía y los parapolicías dejó a 355 nicaragüenses asesinados, más de 2 mil heridos y más de 110 mil nicaragüenses exiliados.