Un nuevo informe revela que la Iglesia Católica en Nicaragua continúa enfrentando una de las peores oleadas de hostigamiento en su historia reciente. Durante los últimos siete años, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha intensificado las agresiones contra la institución religiosa, generando un clima de silencio forzado entre sacerdotes y laicos.
La investigación señala que muchos clérigos han dejado de pronunciarse públicamente debido al temor a encarcelamientos, expulsiones y la vigilancia constante en parroquias y templos. “El control es total y la represión no permite levantar la voz”, advierte la autora del estudio.
Entre los ataques que persisten, el informe destaca el asedio permanente a edificios eclesiales, el bloqueo de cuentas bancarias y la imposición de tributos desproporcionados a las parroquias, medidas que buscan asfixiar las actividades pastorales.
Confiscaciones y expulsiones masivas
El documento también detalla el impacto de las confiscaciones: 36 inmuebles pertenecientes a la Iglesia han pasado a manos del Estado, sumándose al cierre forzoso de 13 universidades y centros educativos católicos, así como de 24 medios de comunicación y 75 organizaciones religiosas y sociales vinculadas a la Iglesia.
En cuanto a la persecución directa, 302 líderes religiosos han sido obligados a abandonar el país o han sido expulsados, una cifra sin precedentes. De ellos, 170 son varones, entre los que se cuentan 149 sacerdotes, cuatro obispos, un nuncio, tres diáconos y 13 seminaristas. Las 132 restantes son religiosas (monjas) que también fueron desterradas.
Escalada de hostilidades
El estudio recopila casos ocurridos desde abril de 2018 hasta julio de 2025, incluyendo profanaciones, saqueos, atentados, robo de imágenes religiosas, sacrilegios y campañas de difamación. Cada hecho está documentado con fecha, ubicación y fuentes verificadas.
La investigadora subraya que esta es una obra en constante actualización: “Mientras continúe la represión, seguiré documentando”.
Un informe que llegará al Vaticano
Como parte de las acciones para visibilizar esta persecución, la autora del informe confirmó que entregará el compendio al Papa León XIV en El Vaticano en septiembre próximo, con el objetivo de que el pontífice y la Santa Sede conozcan el alcance real de los atropellos cometidos contra la Iglesia nicaragüense.