Se exilian los sacerdotes de Matagalpa, Carlos Zeledón y Jorge Mairena

En medio del contexto de la persecución que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica, los sacerdotes Carlos Zeledón, párroco del municipio de San Dionisio, y Jorge Leonel Mairena Sánchez, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Lourdes de El Tuma-La Dalia, Matagalpa, decidieron exiliarse para evitar ser apresados y enjuiciados.

El abogado en el exilio Yader Morazán, originario de Matagalpa, confirmó este domingo mediante su cuenta en Twitter el exilio de ambos religiosos.

«Aparentemente, aparte del padre Carlos Zeledón, párroco del Municipio de San Dionisio, Matagalpa, ante las amenazas también se exilió el padre Jorge Leonel Mairena Sánchez, párroco de la iglesia nuestra señora de Lordes de La Dalia-Matagalpa».

La persecución del régimen contra la Diócesis de Matagalpa incrementó en agosto de 2022, luego que se ordenó la detención del obispo Rolando Álvarez, quien el 10 de enero fue enviado a juicio oral y públicó.

Otros seis religiosos y un laico que permanecieron 15 días retenidos junto a monseñor Álvarez en la Curia Episcopal de Matagalpa, fueron declarados culpables, el 26 de enero de 2023, por los supuestos delitos de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas».

La Fiscalía pidió diez años de prisión para los religiosos y laicos más 800 días de multa para cada uno, equivalente a 55,000 córdobas (unos US$1,527).

Niegan la entrada al país a monseñor Rodrigo Urbina

Este fin de semana también se conoció que el régimen negó la entrada al país a monseñor Rodrigo Urbina, párroco de la iglesia San Juan Bautista, de Sutiaba, León.

El pasado 27 de enero, monseñor Urbina abordaría un avión en Miami para regresar a Nicaragua, pero le informaron que no contaba con el permiso del régimen para regresar.

Monseñor Urbina se convierte en uno más de los sacerdotes a los que el régimen les ha negado la entrada al país.

El 27 de septiembre de 2022, al sacerdote Guillermo Blandón, párroco de la Iglesia Santa Lucía en Boaco, tampoco se le permitió que volviera a Nicaragua después de un viaje que hizo a Miami.

De igual manera sucedió con el sacerdote Deyvis López Jarquín, párroco de la iglesia San Gregorio Magno, de Diriamba, el 17 de octubre.

Actualmente, el régimen mantiene a 11 religiosos privados de libertad, siete han sido condenados por delitos políticos, dos por delitos comunes, dos están en proceso de juicios.

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