Róger Martínez, exreo político de Granada presenta su libro “El preso de la celda 16”

* El psicólogo clínico fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión, por el régimen Ortega-Murillo, por haber participado en las marchas antigubernamentales de 2018, y por brindar asistencia a los heridos. Fue liberado el 5 de abril de 2019 y ahora comparte con IP Nicaragua algunos detalles de su libro.

Eva Inestroza / IP Nicaragua

Después de nueve meses de haber sido liberado, el psicólogo clínico y exreo político de Granada, Róger Martínez, presentó su libro digital “El Preso de la Celda 16”.

Aunque aclara que no hace una cronología de lo que vivió mientras estuvo detenido, manifiesta que escribir ha sido como una autoterapia.

«En este libro destrabé todas esas emociones que estaban ahí pegadas y simplemente fui escribiendo lo que me iba acordando», expresa.

«Yo no digo que fui excarcelado el 5 de abril de 2019, porque hasta hoy estoy siendo libre», considera Martínez, con la culminación de su libro.

El psicólogo clínico fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión, por el régimen Ortega-Murillo. Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

El escritor y psicólogo, de 36 años, también reveló que uno de sus impulsos o «la patada», como él lo dice, para escribir su libro, precisamente fue leer un libro de otro exreo político, de Cuba, Armando Valladares.

«Un amigo me lo pasó mientras estaba en este proceso. Prácticamente, todas las técnicas de torturas que le aplicaban a él en las celdas castristas, se las aplicaron a los presos políticos de Nicaragua», compara Martínez.

¿La idea de escribir este libro te surge en prisión o después?

Estando detenido.

¿Y qué encontrará el lector en este libro?

Dentro de este libro van a encontrar un poco de mis antecedentes ideológicos, también antecedentes familiares, porque uno de mis tíos era o fue un comandante de la Revolución del 79, Tomás Borge Martínez (q.e.p.d).

Entonces, este señor visitó mi casa dos veces. ¡Bueno, lo que yo recuerdo! Comentó un poco una anécdota de mi abuelo, que fue como mi padre. Fue quien me crío. Entonces, este señor (Tomás Borge), le ofrece construirle o reconstruirle la casa, y mi papá lo rechazó, porque ‘hoy estás arriba, mañana estás abajo y después de quién van hablar va a ser de mí y de mi familia’, le dijo. Por lo que inicio con esa lección, una lección de dignidad desde pequeño, a pesar de que mi casa en ese entonces prácticamente se estaba cayendo a pedazos, porque era de las antiguas, de adobe.

También relato lo que viví el 25 de febrero del año de 1990, teniendo 7 años de edad, de cómo fui testigo de la alegría de todo un pueblo al saber que la guerra se iba a terminar.

¿Por qué Borges le hizo esta propuesta a tu papá?

Porque la casa estaba desbaratada, y después no volví a verlo más. Al parecer, le molestó que lo hayan rechazado.

Esto lo señalo como antecedente, desde donde viene mi oposición, no a un individuo como tal, sino a una ideología, o a un régimen, que desde esos primeros años de mi vida fui testigo de las filas (que se hacían en los años ochenta), el racionamiento (de alimentos).

Por el título del libro, podemos pensar que relatas lo que viviste como reo político en la prisión ¿Encontraremos tu historia en esas páginas?

De un inicio, encontrarás la excarcelación, luego los antecedentes y finalmente relato como fue el estallido de abril en Granada. La construcción del puesto médico y como se dio mi secuestro, así como la sesión de tortura que tuve.

Coloco el acta de la audiencia preliminar integra, para que los lectores vean de qué se me acusó, quién fue el juez, quiénes fueron los fiscales.

De cómo intentaron obligarme a tener un abogado de oficio, y la lucha de mi abogada privada por defenderme.

Luego termino con un par de anécdotas, con las cosas que viví en las celdas de Granada.

El psicólogo está exiliado en Costa Rica. Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

¿Como cuáles? ¿Podemos tener un adelanto en esta entrevista?

Bueno, una de ellas es con dos reos comunes. Cuando uno de ellos me dio la clave para tratar de sobrevivir ahí dentro, me dijo: “psicólogo, aquí hay que hacer como el soldado: la mirada para delante y caminando siempre firme. No es un día más, es un día menos”. Inmediatamente esas palabras calaron en mí, viniendo de un muchacho de 20 años, prácticamente analfabeta, que se había dedicado toda su vida a delinquir. Él me dio la filosofía con la que pude soportar luego los siete meses que estuve en la cárcel La Modelo.

¿Cuál es el propósito o qué fue lo que te motivó a escribir este libro?

Estando ahí, adentro, usando mecanismos de defensa para evitar el dolor emocional, la idea era contar. Hacer como una pieza, aunque sea pequeña de todo el rompecabezas de lo que es la memoria histórica de lo que se vivió en Granada y como lo viví yo desde mi experiencia individual, siendo un preso político de la dictadura.

La primera intención era contar, desde el primer momento que me trasladan a las celdas de Granada, luego que me llevan a los juzgados y asumo que pasaría bastante tiempo detenido.

Además, fue como una promesa a los jóvenes que estaban ahí. En un momento ellos me preguntaron si era psicólogo de verdad y les contesté que sí, además que soy escritor.

Entonces, en ese momento la idea fue para contar, pero ya estando fuera, después de todo lo vivido, todo lo experimentado, las golpizas, las huelgas, la rebelión dentro de la cárcel La Modelo, ya lo tomé más en serio como un proceso de sanación, porque esa es mi forma de hacer liberación. Si yo no lo hubiese escrito en este momento aunque mi cuerpo estuviese libre y fuera de peligro en Costa Rica, mi yo interno estuviera preso todavía.

¿Cuándo te uniste a las protestas cívicas? ¿En algún momento pensaste que podías ser capturado o detenido por la Policía u otros grupos afines al Gobierno?

Nunca lo pensé. Jamás me imaginé que iba a terminar en esa situación, porque la verdad no me sentía tan importante, uno; y dos, no estaba cometiendo ningún delito. Simplemente, divulgaba lo que nosotros estábamos viviendo en el puesto médico y ocupaba mis espacios en los medios de comunicación escritos y en televisión, para hablar al respecto.

Es más, cuando caí preso me llevaron secuestrado y dije: “Yo no soy el dueño de la casa, a mí no me han encontrado ninguna arma, no hay ninguna razón por la cual me retengan a mí, entonces, no, jamás lo pensé”.

¿Por qué consideras que se da tu detención?

Creo que se dio, porque era una voz y aprovechaba los medios de comunicación para denunciar los ataques.

Por ejemplo, el día 5 de junio de 2018, que se dio la quema de la alcaldía de Granada y se dan un par de fallecidos, hubo trifulcas todo el día. Ese día yo hice una denuncia pública en el canal 100% Noticias. Me pusieron al aire y dije con nombre y apellido de directores de instituciones que estaban participando y proveyendo insumos como gasolinas, morteros, lanza morteros y armas. Señalé directamente a esas cabecillas del régimen que los disgustó. Por eso considero que una pasada de cuentas.

¿Cuánto tiempo pasaste detenido en Granada y cuándo te trasladan al Sistema Penitenciario de Managua?

Primeramente, fui secuestrado por paramilitares y algunos policías. El 15 de julio de 2018, ese día me sacaron del puesto médico. Al final del día me llevaron a tirar a las celdas preventivas de Granada. Ahí estuve hasta el 3 de septiembre.

Ese 3 de septiembre, yo tenía audiencia y en lugar de llevarme al juicio me dijeron que alistará mis cosas que me iba. Pensé que iba al sistema penitenciario de Granada, pero no, fui trasladado directamente a La Modelo, y desde el 3 de septiembre hasta el 5 de abril de 2019, que fui excarcelado.

¿Cuál fue tu función durante las protestas cívicas en Granada y por qué te uniste a ellas?

Primeramente, por el sentimiento de empatía con los ancianos que habían sido golpeados la mañana del 18 de abril de 2018, en León. Y ya después, la indignación del asesinato de Álvaro Conrado. Bueno, en esos primeros días fui únicamente a marchas, pero luego empezaron a haber ataques a las marchas. Entonces terminé en una esquina pensando qué hago, de qué manera puedo ayudar, apoyar, y de pronto veo que vienen dos muchachos cargados por otros, casi desmayados, entonces como tengo entrenamiento en primeros auxilios, los asistí.

Pedí ayuda para trasladar a esos muchachos a un hospital, y las personas al día siguiente se desbordaron con insumos médicos y ahí ya quedamos con el puesto médico. Esa fue la manera que yo encontré para apoyar las manifestaciones en Granada.

¿Qué delitos te imputaron las autoridades y a cuánto tiempo te condenaron?

Me acusaron de fabricación, tráfico y tenencia de armas de uso restringido, de municiones y explosivos.

La condena fue de cuatro años y seis meses de prisión.

Las torturas que sufriste estando en prisión, ¿Fueron aplicadas tanto en Granada como en el sistema penitenciario de Tipitapa?

En Granada sí, hubo tortura individual, hubo tortura física, psicóloga, mientras que, en La Modelo, hubo maltrato y tortura, pero grupal.

¿Cuándo decides exiliarte y por qué?

Me exilió Costa Rica el 3 de septiembre de 2019. Como fui cambiado solamente de medida cautelar, o sea, de prisión preventiva a casa por cárcel, tenía que estarme presentando cada treinta días a los juzgados de Managua y como a mí no me aplicaron la ley de amnistía, era uno de los pocos que tenía que estar yendo a firmar.

Durante ese periodo, yo no estaba viviendo en Granada, porque aún continuaba el asedio, lo que ponía nerviosa a mi familia. Pero mi abogado en septiembre, finalmente me dijo que archivaron mi causa, que yo no tenía que estar yendo a firmar y que podía salir del país.

Además, que en ese ambiente no iba a poder terminar mi libro y mis familiares me dijeron que me preferían largo que preso otra vez, o muerto, por lo que estaban recapturando a los reos políticos y acusándolos de delitos comunes.

¿Entonces, en Costa Rica lograste encontrar el ambiente que necesitabas para terminar tu libro?

Sí, porque aquí (en Costa Rica) me acogió una tía, que vive en una zona rural. Estoy largo de la ciudad. Es bonito. El ambiente del campo me dio el ambiente que necesitaba para poder terminar el libro.

Otra cosa, también, que si hubiese estado en Nicaragua no hubiera publicado mi libro, porque ninguna editorial quiso publicarlo en impreso, por temor a las represalias. Algunos me pedían omitir nombres, entonces, no hubo otra opción que publicarlo de forma digital, sin omitir nombres e identificaciones de los testigos falsos que se presentaron a mi juicio y esto solo lo podía hacer desde aquí.

El Preso de la Celda 16, es su tercer libro. Imagen: Cortesía / IP Nicaragua.

¿Por qué el nombre de tu libro es «El Preso de la Ceda 16?

Cuando a mí me sacan de una celda común y me trasladan a una celda individual, donde cabemos cuatro, pero nos metieron como a diez, yo entro y veo hacia arriba el número de la celda y dice 16. Yo estaba tan golpeado, lesionado de los golpes que había recibido en mi cabeza, que en ese momento no pude pensar en nada, solo vi que decía 16.

Y da la casualidad que cuando me trasladan a la cárcel La Modelo, me mandan a unos módulos nuevos, y esos módulos, son los módulos 16 también. Entonces, yo no cambié de celda, aunque me cambiaron de penal. Estaba en una celda que era galería, pero era una celda y también era número 16, igual que en Granada. Es por eso que yo soy el preso de la celda 16.

¿Actualmente, a qué te estás dedicando en Costa Rica?

Ahorita me estoy dedicando únicamente a escribir, y soy coordinador para los granadinos en el exilio de una ONG que brinda ayuda con víveres cada cierto periodo de tiempo. Entonces, estoy escribiendo, continúo en la lucha, desde el aspecto organizativo para el territorio de Granada (Unión de Granada en el Exilio) y también vendiendo mis libros, ya que pude traerme una cantidad de libros físicos.

¿Cuántos libros has escrito?

El Preso de la Celda 16, es mi tercer libro. Y sé que toda Granada y Nicaragua entera van a leer este libro.

¿Cómo pueden las personas encontrar el libro y comprarlo?

Lo pueden encontrar en Amazon.com, también lo pueden comprar directamente conmigo a través de mis cuentas, en banco Lafise (En córdoba: 109014337 y en dólares: 451504069).

Y en Estados Unidos, además de poder comprarlo por Amazon, en formato digital, pueden pagar por Paypal (paypal.me/psicólogomartinez). El libro tiene un valor de 6.50 dólares.

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