Ángela Zenayda Siles, la medallista que lava su propio oro en Siuna

Durante el día trabaja como minera artesanal y por las noches practica levantamiento de pesas, disciplina que le ha permitido ganar 20 medallas

Redacción / IP Nicaragua

En 2018, Ángela Zenayda Siles Blandón, originaria de Siuna, tenía apenas 15 años y un mes de entrenamiento cuando participó en un torneo de levantamiento de pesas. Su victoria fue contundente y se alzó con el primer lugar en la competencia.

“Yo no andaba tan débil, daba la categoría y el profesor me dijo que podía participar, esa fue mi primera competencia en 2018 y gané el primer lugar”, recuerda Ángela Zenayda.

Después de ese primer triunfo que conquistó en el municipio de Nueva Guinea, de la Región Autónoma del Caribe Sur, la joven atleta cosechó más medallas doradas.

En los últimos tres años, Siles Blandón ha conquistado 20 medallas.  18 son de oro y dos de plata, al imponerse en los 64 kilos, su categoría en la disciplina de levantamiento de pesas.

El levantamiento de pesas es un deporte que requiere de mucha fuerza, debido a que consiste en levantar una barra en cuyos extremos se fijan varios discos, que son los que determinan el peso final que se levanta.

Cuando tenía 15 años, recuerda que por “curiosidad” acompañó a su hermano mayor, Fidel, a la academia dónde él practicaba levantamiento de pesas.

Ese día estuvo viendo, le gustó y se quedó entrenando este deporte. Al mes de iniciarse, ya estaba participando en el evento de Nueva Guinea, recuerda la joven originaria de Siuna, municipio de la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte, que ahora tiene 18 años.

Torneo “Sénior”, la medalla que más aprecia

La joven deportista ha viajado a diferentes zonas del país para participar en campeonatos. La medalla que más aprecia es la que más le costó conquistar, en un torneo “Sénior” en Managua. No era para menos, en este torneo compiten atletas “mayores y muy experimentados”.

“La verdad es que no había pensado que íbamos a traer esa medalla, la Sénior, mucho menos que yo iba a lograr el primer lugar, el entrenador dijo que íbamos a ir, aunque sea solo a marcar. Sí, le dije al entrenador, ¿y por qué vamos a marcar pesos grandes, si de todas maneras no vamos a agarrar medallas? -le pregunté- ¡Vos marcá! al menos subís más, me contestó, entonces hice yo mi máximo esfuerzo”, confiesa la atleta.

Según Ángela Zenayda, esa es una de las medallas que más aprecia, porque siente le costó conseguirla.

“Ese día, cuando recibí la medalla me impresioné y lloré, porque ni siquiera pensé que me iban a llamar a subir al podio, de repente me llaman a mí y me quedé admirada, me dijo el entrenador: ¡Agarraste el primer lugar!. Y yo aún no me lo creía, acababa de cumplir 16 años”, refiere.

Ángela Zenayda sabe que tiene condiciones físicas para alcanzar grandes éxitos deportivos, pero prefiere llevar las cosas a su ritmo, con calma.

En el actual contexto de la covid-19, afirma que ha perdido varias oportunidades de competir, porque no ha podido viajar por la crisis sanitaria que en el país ha dejado 180 personas fallecidas, según datos oficiales.

“Desde que empecé a entrenar, mi meta era llegar a ser selección nacional, sé que está difícil, pero la idea es seguir entrenando cada día para superar más los obstáculos que se puedan enfrentar”, asegura.

Desde Siuna, lucha por la igualdad en el deporte

En las paredes de su casa cuelgan 56 medallas de  oro, plata y otros metales, las 20 que ella ha conquistado, 18 de su hermana mayor, seis de la menor y las ganadas por su hermano y su novio. Todas fueron conquistadas en diferentes eventos deportivos municipales, departamentales y regionales.

“A mí nunca me ha gustado eso de exhibirme, andar diciendo que tengo tantas medallas, o sea, presumir; los demás se sienten mal, porque quizás hay ocasiones que algunos no traen nada de medallas”, dice con humildad.

En su corta carrera deportiva, Ángela Zenayda se ha dado cuenta que el camino al éxito está lleno de obstáculos y envidias, pero los atletas como ella están acostumbrados.

“Eso se da en compañeros de la misma academia, por ejemplo, ahorita que agarré el trofeo, varios chavalos se pusieron inconformes, hay una chavala que le gusta competir bastante conmigo, no somos ni de la misma categoría, pero ella está enojada porque ella quería ganarse el trofeo”, reveló la atleta.

Ángela Zenayda, además ha tenido que luchar contra la discriminación, sobre todo con comentarios que marcan una gran desigualdad como: “¡Mirá cómo estás, te estas poniendo como hombre!, ¡Ese deporte es para hombres! ¡Después vas a tener problemas para tener hijos!”.

“Yo no le pongo mucha mente, porque si me pongo a estarle poniendo mente, lo que va a pasar es que en mí va a entrar una duda también”, agrega.

Para esta joven deportista, la práctica de deportes como el fútbol, boxeo, lucha, levantamiento de pesas no deben ser actividades exclusivas para hombres, ya que las mujeres también son capaces de destacarse en estas disciplinas.

El levantamiento de pesas, un deporte antes considerado solo para hombres, es una disciplina donde las mujeres, a fuerza de pulso y sudor, ahora están alzándose con el oro.

“Para mí, si los hombres pueden, nosotras también podemos, es lo que he pensado. Unos dicen que eso pone el cuerpo de las mujeres como de hombre, no, porque yo ya tengo tres años de estar entrenando y entreno fuerte, no hago las dietas que se deben, pero siento que mi cuerpo siempre es femenino”, dice con firmeza.

A la joven atleta, tampoco le molesta que piensen que practicar deportes considerados “rudos”, afectan la dulzura de su carácter y su feminidad o que digan que este tipo de disciplinas transforma a las mujeres en personas agresivas.

“Siempre, dentro de nosotras mismas tenemos esa persona dulce, pero la verdad que haciendo deportes es como una agarra más fortaleza, ya la cosa cambia, ya no va a tener un carácter débil, porque ya se siente fuerte”, confiesa.

Ángela Zenayda cree que la desigualdad entre hombres y mujeres empieza en la familia, donde siempre se les da más libertad a los varones que a las mujeres.

La deportista “güirisera” de Siuna

De lunes a sábado, Ángela Zenayda trabaja bajo el ardiente sol buscando entre las aguas de un riachuelo, minúsculas partículas de oro, labor que realiza junto a su papá y sus otros tres hermanos.

Los Siles Blandón, forman parte de cientos de familias que se dedican a la güirisería o minería artesanal, de la que dependen para su sustento diario ante el desempleo que agobia a la población de Siuna.

Desde tempranas horas de la mañana, Ángela Zenayda y sus hermanos caminan varios kilómetros fuera de la ciudad para llegar al río a “lavar” oro, tal como lo hacen todos los güiriseros tradicionales.

“Sacamos la tierra, la sacudimos en una pana y allí se va buscando las piedritas finas de oro, se lavan y luego se echa el azogue (mercurio) que une las partículas de oro y después se forma la pelotita de mineral, se hecha en una cuchara y se quema, el metal blanco se evapora y solo queda el amarillo del oro. Esto después se vende a un comprador local”, señala la atleta.

Después de las 2 de la tarde, la familia Siles Lazo regresa a su casa a descansar. Sin embargo, para Ángela, sus hermanos y su novio, la jornada continua, ya que deben caminar más de una hora para llegar a la academia y levantar pesas.

Atletas reciben poco apoyo y reconocimiento

A pesar de tantas medallas logradas por su esfuerzo, para orgullo de sus familiares y admiradores, la campeona de halterofilia de este pueblo minero no ha recibido ningún reconocimiento por parte de las autoridades deportivas municipales, ni regionales, ni siquiera de su propia federación.

A ella le basta con el reconocimiento de la población y el de su propia familia que la apoya en cada uno de los campeonatos a los que asiste.

Admite que en varias ocasiones han escogido a los mejores atletas del año, pero ni ella, ni ninguno de sus hermanos medallistas han recibido ningún reconocimiento.

“La verdad es que en nuestra academia cuesta que haya apoyo y es la academia que más medallas tiene, porque en el primer año solo la academia trajo 52 medallas y no hubo reconocimiento, ninguno de los otros deportes ha traído tantas medallas”, señala.

Un sueño por cumplir

Los atletas que participan en eventos que se realizan fuera del municipio de Siuna, reciben el apoyo de la alcaldía municipal y el Instituto Nicaragüense de Deportes (IND), quienes aportan el transporte.

Cuando llegan a los sitios de competencia, reciben albergue y comida. En ocasiones a los atletas les dan un viático de 100 córdobas (US$3) como “estímulo”, cuenta Siles Blandón. Recuerda que solo una vez recibieron 600 córdobas (US$18).

Para esta heroína de las pesas, su ídolo deportivo a seguir es Sema Nancy Ludrick, campeona de levantamiento de pesas de Bilwi, que ha participado en importantes competencias internacionales con buenos resultados.

Ángela Zenayda está clara que en Nicaragua no se puede vivir del deporte como profesión, a no ser que tenga padrinos o buenos patrocinadores.

“Todos queremos llegar a ser profesional, pero a veces no es bueno aferrarse demasiado a eso, hay que buscar otras formas alternativas, lo cierto es que a mí, sí me gusta el deporte, pero no me apego a eso”, sostiene la deportista.

Siles Blandón terminó su bachillerato en 2020, pero este año no pudo entrar a la universidad a estudiar la carrera de sus sueños, que es Educación Física y Deportes, porque esta carrera no existe en la la casa universitaria de la Costa Caribe Norte en Siuna, pero tiene la esperanza que el año próximo sí exista.

 

 

 

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on email
Email