Katia Cardenal: «La música es un instrumento para despertar conciencia»

*»Nuestras canciones son honestas, no son encargos, por eso le llegan a la gente», dice la fundadora del Dúo Guardabarranco.

Orlando Valenzuela

Katia Cardenal es sinónimo de música y canto a la vida, al amor, a la naturaleza y a los detalles de la vida cotidiana.

Su nombre suena fuerte en Nicaragua desde los años 80′, cuando junto a su hermano, Salvador, fundaron el Dúo Guardabarranco, con el que cantó y grabo 12 álbumes, con varias de las canciones más representativas del canto revolucionario nicaragüense.

A Katia desde pequeña le apasionó la música. Foto: Orlando Valenzuela / IP Nicaragua.

Como solista, Katia ha grabado otros 10 discos de su propia inspiración. Desde 1996 se mudó a Noruega, donde actualmente reside.

Katia, nacida en Managua el 19 de junio de 1963, brindó una entrevista a IP Nicaragua, en la que revela aspectos de su nuevo proyecto musical y de su vida personal.

Cardenal afirma que sus canciones son honestas, no son encargos y que por eso le llegan a la gente.

Aseguró que uno de los peores momentos de su vida fue cuando estuvo con sus cuatro hijos a tres cuadras del genocidio en la Marcha de las Madres, cerca de Metrocentro.

 El plano personal

 ¿Nombre de pila?

Katia Eugenia Cardenal Barquero.

¿Qué carrera estudió usted?

Educación Musical, graduada de la Escuela Nacional de Música en 1984.

¿Qué extraña de su niñez?

Ir con mi familia a Charco Muerto, una finca que tenía mi abuelo materno a orillas del Cocibolca.

¿Cuando era niña, qué quería ser cuando fuera grande? 

Quería ser arqueóloga.

 ¿Cuál es el recuerdo más bonito que tiene de su hermano Salvador?

Su sonrisa.

Debido a la crisis de 2018 Katia tuvo que dejar Nicaragua. Foto: Cortesía de Katia Cardenal / IP Nicaragua.

¿Qué es lo más loco que ha hecho en la vida? 

Ir a alfabetizar. Tremenda aventura para una chavala de 16 años, irse a vivir a un cañaveral, sin energía eléctrica, sin agua potable, durmiendo en una hamaca, viviendo cinco meses fuera de mi casa. Ahora que lo veo de adulta, pienso que fue bien loco hacer eso, pero fue una locura hermosa y una gran lección de vida, donde aprendí a ver otra forma de vida y pude tener más contacto con la naturaleza y la gente tan generosa del campo de Nicaragua. Lo haría de nuevo.

¿Qué es lo que más detesta de las personas?

La mentira.

¿Cómo se define en tres palabras?

Honesta, sencilla, solitaria.

¿En tierra extraña, que le apetece más: un nacatamal, un vigorón o un vaho?

Un nacatamal; amo todo lo que tenga maíz.

¿Qué le recuerda esto?

A Nicaragua, a domingo con la familia.

¿Cuál es la comida más rara que ha probado? 

Ancas de rana.

Si pudiera viajar en el tiempo, ¿viajaría al pasado o al futuro?

Al pasado.

¿Por qué?   

Para poder abrazar de nuevo a los que ya no están.

¿Alguna vez estuvo en peligro su vida en Nicaragua?

Creo que todos los nicaragüenses sentimos que nuestras vidas han estado en peligro alguna vez. A mí me tocó, por ejemplo, el terremoto del 72, la guerra del 79, pero la marcha de las madres el 30 de mayo de 2018 fue uno de los peores momentos de mi vida, cuando estuve con mis cuatro hijos a tres cuadras del genocidio, cerca de Metrocentro.

¿Qué es lo primero que piensa cuando escucha la palabra Nicaragua?

Mi mamá.

Las canciones del Dúo Guardabarranco son muy populares entre los nicaragüenses. Foto: Orlando Valenzuela / IP Nicaragua.

¿Qué opinión tiene de los políticos?  

Si me preguntás de los políticos de Nicaragua, prefiero no opinar; no me gusta malgastar el tiempo.

 Plano artístico

¿Desde cuándo sintió pasión por la música?

Siempre me ha encantado la música, pero la primera vez que sentí deseos de hacer música o de ser músico fue a los 9 años.

¿Cuándo nace el Dúo Guardabarranco?

Hace 40 años, la primera vez que nos presentamos en público. Fue el 8 de febrero de 1980.

¿Cuáles son las canciones que más le marcaron como dúo?

Son muchas, pero el público ha elegido sus favoritas: Días de Amar, Corazón de niño, Guerrero del amor, Dale una luz, Casa abierta, Araré el aire, Dame tu corazón, Aunque no fuera para mí, Si buscabas, Colibrí…

¿Que ha tenido que sacrificar por esta carrera?

Tiempo con mis hijos.

¿Qué es lo que más disfruta de ser cantante?

Poder soltar lo que mucha gente tiene atorado en el pecho a través de mi voz y mi sentimiento.

¿Qué proyecto musical está desarrollando en la actualidad?

Estoy grabando un nuevo EP (Extended Play), con cinco canciones que cuentan vivencias fuertes que he tenido en esta última década. Mis hijos Alex y Nina están haciendo la producción, arreglos, y tocan los instrumentos que me acompañan. Saldrá a mediados de septiembre.

¿Qué consejo tiene para los nuevos cantautores?

Ser honestos, ser dedicados y sentirse libres a la hora de crear, guiándose siempre por su propio sentir y su propio pensar.

Varias canciones del Dúo Guardabarranco las utiliza el gobierno en sus actos partidarios. ¿Qué piensa de eso?

La música está hecha para ser escuchada, para que anide en la gente. La música nuestra es un instrumento para encender corazones, para sanar, para despertar conciencia, para elevar el espíritu. La música vuela libre. Pero también existen leyes que protegen la propiedad intelectual. En Nicaragua ninguna institución vela por los derechos de autor de la música nacional y aunque hubiera, probablemente a ellos tampoco les importaría. Por eso ellos las toman y las usan sin permiso.

Hay tantas mentiras en el quehacer diario de este gobierno. Querer hacer creer a sus bases que los artistas que cantamos a la justicia, los derechos humanos y a la paz nos identificamos con sus ideales, es una treta más que utilizan para confundir a la gente. Lo que me sorprende es que los artistas afines a ellos no hayan logrado hacer canciones que logren el efecto que ellos desean y tengan que sonar canciones de gente que no es afín a sus políticas. Y no sólo eso; somos además críticos ante la represión, la opresión, la manipulación, el autoritarismo y el genocidio que los caracteriza.

Nuestras canciones son honestas, no son encargos, por eso le llegan a la gente, ellos parecen estar desesperados y como se creen dueños de Nicaragua, agarran lo que les parece, incluyendo música que no les pertenece.

Katia espera regresar pronto a Nicaragua. Foto: Orlando Valenzuela / IP Nicaragua.

¿Qué tan útil son para usted las redes sociales?

Es difícil de medir. Yo soy de otra generación y confieso que a veces me cuesta seguirle el ritmo a los avances de la tecnología, pero trato de estar al día, uso bastante tiempo y trabajo mucho en mantenerme en contacto con mi público, tengo más de 250,000 seguidores entre todas mis cuentas y más de 300 canciones disponibles en las distintas plataformas digitales. En estos días creo que las redes sociales son vitales para sobrevivir como artista, para promocionar nuestras actividades y para moverse en el mercado musical nacional y mundial.

¿Cuándo espera regresar a Nicaragua? 

Siempre espero regresar.

Foto de portada: Orlando Valenzuela. 

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