Decide continuar el negocio de su esposo, quien falleció por el covid-19, y recibe un gran respaldo de otros emprendedores

Héctor Murillo brindaba servicio de mensajería, a través de su emprendimiento “Nica Volados”, pero resultó ser una víctima más del covid-19. En el país, según las cifras oficiales, han muerto 55 personas por el mortal virus.

Eva Inestroza / IP Nicaragua

En medio del dolor por la pérdida de su esposo, el pasado 27 de mayo, Lisseth Ortiz Salgado, anunció que continuará brindando los servicios de entrega a domicilio a través de Nica Volados, como se lo pidió su compañero de vida un día antes de su muerte.

Héctor Murillo emprendió desde el 2018 un servicio de delivery a distintos emprendedores en el país, entre ellos La Casa de Zoe, que a través de las redes sociales están lanzando la campaña #AyudaAUnaEsposa #RIHéctorMurillo al darse cuenta que Ortiz seguirá al mando de Nica Volados.

“Increíble. Recibí un mensaje de su esposa desde el número de Héctor ofreciendo el servicio que dejó su esposo con su partida”, expresó una de las emprendedoras que demandaba los servicios de Murillo en una publicación de Facebook.

“Quedé admirada porque aun cuando yo soy una mujer trabajadora y tan positiva no sé si sería como ella en medio de tanto dolor”, continuó expresando la emprendedora, refiriéndose a Ortiz.

Murillo, había comprado dos motocicletas para brindar los servicios de delivery. Foto: Cortesía / IP Nicaragua.

La viuda, de 36 años, compartió más de 20 años con Murillo, procrearon dos hijas, de 16 y 7 años respectivamente.

“Esa fue su última petición, que no dejará caer el negocio y lo voy a cumplir”, manifestó a IP Nicaragua Ortiz, quien se ha encargado de contactar con los clientes de su esposo.

No lo volvió a ver

Pese a que está pareja tenía dos décadas de compartir vidas, fue hasta hace un mes que se unieron legalmente en matrimonio. Sin embargo, Murillo a mediados de mayo, empezó a sentir que lo aquejaban los síntomas del covid-19, por lo que fue tratado en su casa y al no presentar mejoría fue trasladado al Hospital Alemán Nicaragüense, donde seis días más tarde se rindió a la muerte.

“Como ahí quedan solo los pacientes, nosotras no lo volvimos a ver hasta que me avisaron que había fallecido. Con las mismas sábanas lo envolvieron y tuve que enterrarlo de inmediato, porque esa era la orientación», dijo Ortiz.

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De acuerdo con la información brindada por las autoridades de dicho hospital, a Ortiz se le indicó que su esposo había fallecido de un paro respiratorio y que tenía una neumonía grave.

El 26 de mayo, Ortiz fue a dejarle comida al hospital, cuenta que en el bolso dónde iban los utensilios, también iban las dos cédulas de identidad de ellos, por lo que Murillo le pidió el favor a una trabajadora de limpieza para que las fuera a dejar a la misma dirección que indicaba el documento.

“Un día antes, él (Murillo) le pidió el favor a una señora de limpieza para que me trajera las cédulas que se habían ido en el bolso de la comida y me escribió en un papel que me amaba, que cuidara a sus hijas y no dejará caer el negocio”, confirmó la viuda.

Murillo, había comprado dos motocicletas para brindar los servicios de delivery, de Nica Volados, por lo que Ortiz ya contrató a dos jóvenes para encargarse de los envíos.

Espera que los clientes y emprendedores de distintos negocios que trabajaban con su esposo continúen demandando de sus servicios, para mantener vivo el legado de él.

Seguirá usando el mismo número de Murillo, por lo que, para cualquier servicio o pedido, pueden contactarse al número 8430-2400.

En medio del período de sufrimiento y duelo después de la muerte de su esposo, Ortiz dice que continuar con el negocio que le costó tanto esfuerzo y sacrificio a Murillo emprender es la única manera de sentirlo cerca y de cumplir su voluntad.

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